jueves, 28 de julio de 2011

Malasombra y la oruga vengadora.

       Después de mi fructífero viaje a Hong Kong tomé rumbo al norte de China. Quería conocer aquel país. Dicen que una buena forma de conocer un territorio es viajando en tren. Compré uno en una tienda de los chinos. Me sorprendió mucho la existencia de estos comercios. Pensaba que sólo existían en España, pero no, en China también hay.
       Contraté a un conductor de tren y como no quería viajar solo, convoqué un casting para incorporar al viaje unos cuantos actores que le diesen un poco de colorido a aquel viaje. La única condición que puse es que no me hablasen durante el trayecto.
       Ya estaba listo para subir a uno de los vagones de mi tren, cuando escuché una voz que decía:
       -¡Cuidado que me pisas!
       Esto me resultaba familiar. Hace unos meses me sucedió lo mismo con un botón que me hablaba. Pero esta vez era  distinto. Se trataba de una oruga que me miraba desde el suelo con cara de pocos amigos. Yo respeto a casi todos los animales y no quería acabar con aquel bicho. Si se hubiese tratado de un humano, lo habría pisado sin más.
       -No se preocupe señora oruga, no pienso hacerle daño.
       -Porque te he avisado imbécil, si no, no lo cuento.
       -No es necesario que me insulte, señora oruga. No la había visto, discúlpeme.
       -Ni disculpas ni gaitas, el susto que me has dado lo vas a pagar.
       No pude evitar reirme a carcajadas ante la amenaza de aquel insignificante insecto. Pero el caso es que me cayó bien. Los que me insultan y amenazan son seres que me agradan y decidí perdonarle la vida. De todas formas me despedí con un poco de sarcasmo.
       -¡Qué miedo! ¿Qué me vas a hacer? ¿Morderme? ¿Eres un león?
       La señora oruga se giró muy ofendida y se alejó mascullando algunas amenazas. Yo subí al vagón y di la órden para que el tren iniciase su camino.
       Llevaba unas horas de viaje y estaba disfrutando muchísimo mirando por la ventanilla. Bueno, miraba la cortinilla que tienen algunos trenes para evitar el sol. Era de un color agradable y no creo que el paisaje fuese más interesante.
       De pronto, el maquinista detuvo el tren y me informó que no podíamos seguir. Las autoridades nos obligaban a esperar.
       -¿Cúal es el problema señor maquinista?
       -Señor Malasombra, si se lo digo no me va a creer. Compruébelo usted mismo.
       Asi lo hice y me quedé maravillado. Me gustan los seres que amenazan y cumplen.

Un kilómetro de orugas detienen un tren en China

       Miles de orugas bloquearon durante más de tres horas a un tren en la región autónoma de Mongolia Interior (norte de China), según fuentes policiales citadas por la agencia oficial Xinhua.

lunes, 25 de julio de 2011

Malasombra en Hong Kong

       La verdad es que China es un país que me apasiona. Hay tantos chinos que las posibilidades de tomarles el pelo son infinitas. Hace unas semanas "estafé" a algunos agricultores que pretendían cultivar sandias mas grandes y sabrosas. En esta ocasión elegí Hong Kong como destino. No tenía nada planeado, pero como me gusta improvisar, decidí dar un paseo por sus calles para inspirarme.
       Tal vez, si me encontraba con Ana Pérez, una corresponsal española que trabaja allí, podría invitarme a comer cosas extrañas. Aunque no me conoce y al verme seguro que saldría huyendo. Mejor así, porque es muy guapa y probablemente no podría evitar tirarle los tejos. Sólo imaginar que me diga que sí y considerar que podríamos ser felices, me produce escalofríos. Felicidad... ¡Qué palabra más fea!
       Acababa de iniciar mi paseo cuando vi sentado en la acera a un hongkonés que estaba llorando. Me acerqué a él, pero no para consolarlo, si no,. para ver si podía conseguir gastarle una broma. Dicen que cuando estás bajo de moral eres más vulnerable y eso a mí me venía bien.
       -¿Qué le pasa señor hongkonés?
       -¿Qué me pasa?- respondío con lágrimas en los ojos- Me ha dejado la novia, me han despedido del trabajo, han entrado a robar a mi casa y para colmo mi compañía de teléfono no quiere darme la baja.
       -La verdad es que tiene usted muy mala suerte. ¿No será usted gafe?
       -Pues es posible, pero no conozco ningún amuleto que acabe con mi desgracia, ¿y usted?
       En ese momento vi la oportunidad que estaba esperando. Mis conocimientos de cantonés me dieron la idea.
       -Casualmente, soy un hechicero venido desde España y puedo ayudarle. Debe usted comprar algo que tenga el número 12, que pronunciado en su idioma se parece mucho a "realmente fácil". Seguro que así volverá usted a ser féliz.
       -No sabe cómo se lo agradezco señor...no me ha dicho su nombre, ¿cómo se llama usted?
       -Me llamo Gregorio Sánchez, más conocido como Chiquito de la Calzada. Si viaja a España puede buscarme y estaré encantado de atenderle.- Dije tratando de contener la risa.
       El señor hongkonés me saludó cortésmente, le devolví el saludo y me alejé rápidamente. A los pocos días leí en la prensa la siguiente noticia:
      

Pagan 700.000 euros por una 'matrícula de la suerte' en Hong Kong

Hong Kong.- Un hongkonés ha desembolsado más de siete millones de dólares de Hong Kong (casi 700.000 euros), por una matrícula que supuestamente da suerte, indicó este lunes el diario en lengua inglesa South China Morning Post.
La placa con el número "12", que suena en el idioma cantonés como "realmente fácil", fue adjudicada en una subasta a un hombre que llevaba puesta una gorra. El desconocido abandonó la sala sin dejarse conocer, precisa el diario.


Evidentemente, el coche matriculado fue robado a las pocas horas y casualidades de la vida..¡Está en mi garage!

domingo, 24 de julio de 2011

Tres videos, tres bromas.

       Soy un gran seguidor de los videos de bromas, sustos, caidas graciosas, etc. Todos aquellos que me hagan reir. Se podrían hacer muchas clasificaciones, porque nunca sabes que es lo que te puede resultar divertido. Además, puede que lo que te haga gracia a otros no les haga nada y les resulte indiferente. Hoy os voy a poner tres videos de bromas con cámara oculta hechos para la televisión y, por tanto, realizados con cierto nivel de profesionalidad.

       El primero es lo que llamo broma divertida, sin maldad. El esqueleto "reacciona" ante la presencia de algunas mujeres.


      
       El segundo es mucho más elaborado y provoca mucha perplejidad en las "victimas". Dos hermanas gemelas que están frente a frente a traves de un cristal y que simula ser un espejo.


       Y por último, otra broma con esqueletos. Esto es lo que yo llamo "broma pesada". En la tapia de un cementerio aparece una moto con un esqueleto. También está muy bien hecho, aunque a diferencia del segundo. Las "víctimas" se asustan de verdad.



       Amiguitos y amiguitas espero que os haya gustado esta selección. Ya se que hay millones de Videos en Youtube, y seguramente los conoceréis, pero así mato dos pájaros de un tiro. Provocar alguna sonrisa y dar a conocer la nueva apariencia de mi Blog. Espero que os haya gustado.


domingo, 17 de julio de 2011

Malasombra y una buena acción.

       Mediados de julio, mañana de domingo, calor sofocante, aburrimiento total. Necesitaba algo para divertirme sin hacer el mal, claro. Por aquello de compensar y que mis actos mantuviesen un equilibrio. Había decidido hacer una buena obra por cada 13 malas. Me parece una proporción justa. Pero, ¿qué hacer?. Reuní a mis asesores para que me sugiriesen ideas.
       Nos sentamos en una mesa que construí con la madera de un árbol que derribé. El carpintero hizo un buen trabajo y como recompensa le devolví a su perrita, que previamente había secuestrado. Aunque tengo que aclarar que el árbol lo talé personalmente, para darme el gustazo de acabar con la casa de David el Gnomo con mis propias manos.
       Yo presidía la reunión y expuse mi propuesta a los asistentes: Homer Simpson, Moe, Barney, Lenny, Carl y la señorita Rottenmeier, que daba el contrapunto serio a aquella panda de bebedores habituales. Me gusta ir rotando a las personas que me ayudan en las decisiones y hoy les había tocado a aquel grupo.
       -Señores y señorita, necesito hacer una buena acción y espero su consejo, les escucho.
       -Me parece muy mal su propuesta- dijo la señorita Rottenmeier- Ya sabe señor Malasombra, que estoy a su servicio, pero no estoy dispuesta a participar en algo tan infame. Me niego a aconsejarle algo bueno. Solicito su permiso para abandonar la reunión.
       No podía arriesgarme a enfadar a aquella magnífica mujer y por tanto, acepté que se ausentara, pero antes le dediqué unas bonitas palabras:
       -Señorita Rottenmeier, es usted una arpía y una maldita bruja. Tiene mi permiso para irse.
       -Gracias señor Malasombra.
       Bueno, después de su marcha, quedaban los personajes "simpsonianos" y fue Moe quien tomó la palabra:
       -Señor Malasombra, podríamos ayudar a Duffman, parece ser que si no vende unos cuantos barriles de cerveza será despedido.
       -En principio me parece bien Moe, ¿votos a favor?
       Todos levantaron la mano rápidamente sin decir una palabra, excepto mi consejero Homer que pronunció una de sus palabras míticas mientras babeaba:
       -Cervezaaaaaaggggggghhhhhhhh!!!!!!!
       A los pocos minutos se presentó Duffman y como no, aquello se convirtió en una desesperada carrera a ver quien bebía más. No hay que ser muy inteligente para saber que la borrachera fue bestial. Todos acabaron tirados por el suelo, menos yo. Aunque después de beberme 7 litros de cerveza estaba un poco mareado. Necesitaba dar una vuelta y ordené que preparasen uno de mis aviones.
       -¿Dónde quiere ir señor Malasombra?- preguntó el piloto.
       -Pues no lo se, decida usted.
       -Disculpe el atrevimiento, pero podría llevarle a Oregón en Estados Unidos y así vería a mi madre, que hace cuatro años que no me da usted vacaciones.
       -¡A Oregón!-exclamé- Así, además de evitar que despidan a Duffman le hago un favor a usted. ¡Dos buenas acciones en un mismo día! ¡Sin duda estaba borracho!
       A las pocas horas estábamos en un embalse de Oregón y mientras el piloto visitaba a su madre yo paseaba por la orilla. Después de beber tanta cerveza me entraron ganas de orinar, cosas de la fisiología humana, miré alrededor y no había nadie. Me acerqué al agua y allí mismo realicé el acto mingitorio  (¡qué frase más cursi!). El piloto regresó, contento por haber visitado a su familia y pusimos rumbo a mi castillo, donde dormiría como un diablillo.


30 millones de litros de agua de agua se han ido por el desagüe de la ciudad de Oregón por culpa de una meada captada por las cámaras de vigilancia del embalse. Además del dispendio acuífero la operación de vaciado del embalse ha costado a los contribuyentes unos 30.000 euros.

sábado, 16 de julio de 2011

Malasombra y Edgar Allan Poe

       Sábado, sabadete, una entrevista y de naranja un sorbete. Cómo acabáis de comprobar la poesía no es una de las innumerables cosas que hago bien, por tanto, lo dejo y me centro en una entrevista a un personaje real. Es mi segunda entrevista, la primera fue a Barbie para vengarme de ella. La podéis encontrar en un post anterior. Por cierto, después de destruir a la muñeca sus millones de réplicas prometieron venganza y aún estoy esperando. ¡Qué falta de palabra!
       En esta ocasión he decidido encontarme con Edgar Allan Poe. Escritor ya fallecido, pero como tengo una máquina para viajar en el tiempo, ¡no problemo!.
       Me desplazo hasta la década de los 40 del siglo XIX. Poe, que había recibido un SMS mío, anunciándole mi llegada, estaba esperando en una taberna de Baltimore. Me acerqué a su mesa y me presenté:
       -Señor Poe, soy Malasombra. Gracias por atenderme.
       -No tiene importancia. Es un placer señor Malasombra. ¿Le apetece una copa?
       -Por supuesto, beberé whisky, si no le importa.
       -Claro que no. Enseguida se lo sirven y empezamos.
       Observé que el señor Poe ya llevaba unos cuantos tragos. Su mirada perdida y triste, su aliento y su voz, lo delataban. Empezaba a sentirme algo incómodo, pensaba que iba a ser una experiencia divertida, pero cada vez tenía menos gracia. De todas formas comencé a preguntar:
       -Señor Poe, he leído que usted fue expulsado de la Universidad de Virginia y de West Point por sus problemas con el alcohol. ¿Es cierto?
       -Señor Malasombra, ¿qué clase de pregunta es esa? Si viene  usted del futuro y no es uno de mis delirios ya conocerá toda mi vida. Además es posible que conozca algo de lo que he escrito.
       -Discúlpeme señor, tiene razón- dije algo avergonzado mientras me servían otro whisky- por supuesto que conozco su obra, como millones de personas de mi tiempo. Es usted un escritor muy importante. La caída de la casa Usher está considerada como una precursora de la literatura de terror; los Crímenes de la calle Morgue sentaron las bases de la novela de misterio y sus Cuentos son estudiados en miles de escuelas y universidades.
       -¡Pues vaya consuelo! ¿de qué me sirve a mí? Si lo que dice es cierto, lo cambiaría por una vida feliz, sin drogas ni alcohol; por haber crecido junto a mis padres; porque mi esposa estuviese viva. Mire señor Malasombra, le agradezco su interés, pero es mejor que me deje en paz y se vaya por donde ha venido.
       Me levanté de la mesa y allí lo dejé. Yo sabía que le quedaba poco tiempo de vida y también que pasaría a la historia por dos cosas: Su genialidad a la hora de escribir y su vida desgraciada. Mientras me alejaba le dediqué una última mirada y con voz ronca me pregunto:
       -¿De verdad será considerada mi obra como algo grande en el siglo XXI?
       -¡Sí señor!-respondí con admiración.
       Edgar Allan Poe me miró, sonrió, quizás por última vez, y volvió a sumergirse en su mundo delirante y genial. ¡Descanse en paz!

Edgar Allan Poe, Nacido en Boston en 1809 y fallecido en Baltimore en 1849. Escritor respetado y un auténtico genio. Sus Cuentos son apasionantes y los recomiendo con todo el entusiasmo del que soy capaz. Este post no ha salido como yo esperaba, pero la mente te gasta bromas, aunque algunas sean más tristes que divertidas.

Con todo mi cariño y respeto.

domingo, 10 de julio de 2011

Malasombra, la mesa y el libro.

       Estaba paseando por los pasillos de mi castillo, cuando escuché una voz que me susurraba al oído:
       -Malasombraaaaaaaa...hace mucho que no echamos una partida de ajedrez.
       Ahora si me resultaba familiar, era mi amigo Karpov. Antiguo campeón de ajedrez al que le había enseñado a ser un borde, a cambio de una clases de aquel juego maligno que dominaba tan bien. Para los que no domináis este mundo aclaro que el simpático era Kasparov y el antipático, gracias a mis lecciones, Karpov. Yo lo llamaba Karpi, por aquello de la familiaridad.
       -¡Hombre Karpi, Cuánto tiempo! ¿Qué te trae por aquí?
       -¿Cómo me preguntas eso Malasombra? Sabes que llevo años encerrado en una de las mazmorras de tu castillo. Fue el castigo que me impusiste por ganarte al ajedrez.
       -¡Es cierto! ¡Qué mala memoria tengo! ¿Has conseguido escapar? tendré que castigar al carcelero, aunque pensándolo bien, lo mismo te doy una oportunidad para que recuperes la libertad. Karpi, ¿una partidita? Si ganas tú, estás libre y si pierdes, vuelves a la celda.
       -Me parece que no tengo elección; Acepto el reto. Pero antes, permíteme una pregunta. ¿Porqué me traicionaste y favoreciste a Kasparov?
       -Me sorprende tu pregunta, pero voy a contestarla. La verdad es que me llamó y me ofreció mucho dinero y ya sabes que yo no tengo principios: ¡Quién más me paga más amigo es!
       Después de aclarar a Karpi sus dudas nos encaminamos a mi salón de juegos. Era bastante grande. Como hacía algo de calor ordené que colocaran la mesa en el campo de golf que tenía en un rincón de la sala. Los criados obedecieron y así lo hicieron. Nos sentamos y entonces fue cuando me di cuenta del error que habían cometido mis sirvientes: Una de las patas de la mesa estaba metida en uno de los hoyos del "green", por lo que estaba coja y las figuras ajedreciles (Este palabro, me da que no existe, pero es igual, tampoco me voy a presentar al Nobel de literatura) resbalaban. Decidí arreglar esta situación con un método revolucionario: Usaría un libro para nivelar la mesa y poder jugar en condiciones. Me acerqué a mi extensa biblioteca para coger un ejemplar de los 2 que había, pero no quería dejar solo al otro y desistí. Lo mejor sería salir y conseguir uno. Llamé al piloto de uno de mis helicópteros y le dije:
       -Señor piloto, tiene que llevarme a un sitio donde haya libros, necesito uno. ¿Conoce algún lugar?
       -Depende- me contestó.
       -¿De dónde es usted?
       -Depende.
       Supuse que era gallego por sus respuestas y para que estuviese familiarizado con el destino, yo mismo propuse uno:
       -Lléveme a Santiago de Compostela. Seguro que por allí encuentro alguno, ¿verdad?
       -Depende- volvió a contestarme.
       Me estaba gustando aquel tipo. Era coherente con sus respuestas y además me llevó donde le había pedido. Una vez en Santiago me acerqué a una librería, pero estaba cerrada. Tenía que encontrar un lugar para conseguir un libro. Recorriendo las calles me encontré frente a la Catedral y entré para preguntar. No había nadie y entonces vi un ejemplar que coincidía con la medida apropiada para calzar la mesa de ajedrez, lo cogí y volví a mi castillo.
       Una vez solucionado el problema y con la mesa nivelada, me desaparecieron las ganas de echar la partida con Karpov. Ordené a mis guardias que volviesen a encerrarlo y allí me quedé, orgulloso de haber reciclado un libro viejo y darle un nuevo uso.


Desaparece el Códice Calixtino de la Catedral de Santiago


El Códice Calixtino o Codex Calixtinus, un libro del siglo XII de valor incalculable, ha desaparecido de la Catedral de Santiago de Compostela, en lo que puede ser uno de los hurtos más importantes de patrimonio histórico y artístico de España.


domingo, 3 de julio de 2011

Malasombra, la tapa, la caña y el "pesao"

       Estoy bastante aburrido, me parece que voy a usar mi máquina del tiempo para darme una vueltecita. No estaría mal viajar a finales del siglo XV.  Me voy a ir a América. Bueno en aquellos años no se llamaba así. Voy a darme un baño en una playa de San Salvador, mientras espero a que Colón llegue y descubra el nuevo continente.
       Por allí lo veo, parece que se aproxima. Los nativos se apresuran a acercarse a aquellos seres extraños para dárles la bienvenida. Ya están desembarcando y con el pie en tierra, el Almirante Colón se apresura a decir: "Tomo tierra en nombre de los Reyes Católicos..."
       -¡Un momento Cristobalín! -Le espeté- Yo estoy aquí antes, esta gente está a mi servicio y no voy a consentir que les tomes el pelo.
       -¿Quién es vuesa merced?- Me preguntó Colón.
       - Soy Malasombra, y he llegado antes a estos dominios. Continúa tu viaje, pero esta isla es mía.
       -LLevamos dos meses de travesía y supongo que hemos llegado a las Indias. No sabía que el gran Malasombra era el Señor de este territorio.
       -¡Ya te digo Cristobalín! De todas formas, puedes recoger agua y viveres para continuar tu viaje. A cambio te pido que cuentes en España a los Reyes Católicos, que en esta tierra no hay cerveza y que debéis importarla.
       -¿Cerveza? por supuesto gran Malasombra, ¿alguna marca en especial?
       -Pues Cruzcampo no estaría mal.
       -No me suena esa marca, ¿dónde se fabrica?
       En ese momento caí en la cuenta de que faltaban cinco siglos para que se elaborara la cerveza con ese nombre. Tendría que utilizar de nuevo mi máquina del tiempo para viajar a finales del XIX y traer la cerveza por mí mismo. Ya lo dice el refrán: es mejor hacer las cosas que ordenarlas.
       -No te preocupes Cristobalín, yo me encargo. Pero hay algo que sí puedes hacer. ¿Ves este tubérculo extraño? Se llama patata, llévate unos cuantos kilos y dile al cocinero Real que las corte en rodajas, las fría y luego le añada huevo batido hasta que cuaje la mezcla. Puedes llamar a este manjar tortilla de patatas. Que elaboren unas cuantas y me las traes de vuelta para que pueda tomarme un pinchito de tortilla con cerveza.
       -Estoy dispuesto a servirle Gran Malasombra, pero ¿qué saco yo a cambio?
       -Pues no contaré que los vikingos ya estuvieron aquí hace siglos y te llevarás el mérito del descubrimiento. ¿Te parece poco? Además, podrás tomarte unas cañas conmigo cuando vuelvas.
       -Me parece aceptable. Recojo las provisiones y enseguida vuelvo, antes de 3 meses estaré aquí.
       -¿Tres meses? No voy a esperar tanto, anda Cristobalín, tienes mi permiso para usar ese avión supersónico que me traje del siglo XXI. No te preocupes, mi piloto te conducirá y en unas horas estarás de vuelta. Mientras tanto yo viajaré a través del tiempo al sur de España para traer unas cervecitas fresquitas. Nos vemos aquí en un rato.
       -De acuerdo, Gran Malasombra. Cumpliré con mi parte. Hasta ahora.
       Al cabo de un rato, estaba disfrutando de unos pinchos de tortilla con cervecita fría en una playa del Caribe. El Almirante  Colón era mi acompañante y me contó dónde había nacido realmente. Me parece que no voy a desvelar su secreto. Se lo debo, al fin y al cabo, cumplió con su parte del trato. Sin duda la mañana estaba siendo muy placentera hasta que se avecinó el desastre:
       Un cantante francés hizo su aparición con una canción horrorosa que me obligó a abandonar aquel maravilloso lugar y dejar a los nativos a merced de Colón y sus hombres. ¡Siempre hay algún imbécil que corta el rollo cuando lo estamos pasando bien!