sábado, 16 de julio de 2011

Malasombra y Edgar Allan Poe

       Sábado, sabadete, una entrevista y de naranja un sorbete. Cómo acabáis de comprobar la poesía no es una de las innumerables cosas que hago bien, por tanto, lo dejo y me centro en una entrevista a un personaje real. Es mi segunda entrevista, la primera fue a Barbie para vengarme de ella. La podéis encontrar en un post anterior. Por cierto, después de destruir a la muñeca sus millones de réplicas prometieron venganza y aún estoy esperando. ¡Qué falta de palabra!
       En esta ocasión he decidido encontarme con Edgar Allan Poe. Escritor ya fallecido, pero como tengo una máquina para viajar en el tiempo, ¡no problemo!.
       Me desplazo hasta la década de los 40 del siglo XIX. Poe, que había recibido un SMS mío, anunciándole mi llegada, estaba esperando en una taberna de Baltimore. Me acerqué a su mesa y me presenté:
       -Señor Poe, soy Malasombra. Gracias por atenderme.
       -No tiene importancia. Es un placer señor Malasombra. ¿Le apetece una copa?
       -Por supuesto, beberé whisky, si no le importa.
       -Claro que no. Enseguida se lo sirven y empezamos.
       Observé que el señor Poe ya llevaba unos cuantos tragos. Su mirada perdida y triste, su aliento y su voz, lo delataban. Empezaba a sentirme algo incómodo, pensaba que iba a ser una experiencia divertida, pero cada vez tenía menos gracia. De todas formas comencé a preguntar:
       -Señor Poe, he leído que usted fue expulsado de la Universidad de Virginia y de West Point por sus problemas con el alcohol. ¿Es cierto?
       -Señor Malasombra, ¿qué clase de pregunta es esa? Si viene  usted del futuro y no es uno de mis delirios ya conocerá toda mi vida. Además es posible que conozca algo de lo que he escrito.
       -Discúlpeme señor, tiene razón- dije algo avergonzado mientras me servían otro whisky- por supuesto que conozco su obra, como millones de personas de mi tiempo. Es usted un escritor muy importante. La caída de la casa Usher está considerada como una precursora de la literatura de terror; los Crímenes de la calle Morgue sentaron las bases de la novela de misterio y sus Cuentos son estudiados en miles de escuelas y universidades.
       -¡Pues vaya consuelo! ¿de qué me sirve a mí? Si lo que dice es cierto, lo cambiaría por una vida feliz, sin drogas ni alcohol; por haber crecido junto a mis padres; porque mi esposa estuviese viva. Mire señor Malasombra, le agradezco su interés, pero es mejor que me deje en paz y se vaya por donde ha venido.
       Me levanté de la mesa y allí lo dejé. Yo sabía que le quedaba poco tiempo de vida y también que pasaría a la historia por dos cosas: Su genialidad a la hora de escribir y su vida desgraciada. Mientras me alejaba le dediqué una última mirada y con voz ronca me pregunto:
       -¿De verdad será considerada mi obra como algo grande en el siglo XXI?
       -¡Sí señor!-respondí con admiración.
       Edgar Allan Poe me miró, sonrió, quizás por última vez, y volvió a sumergirse en su mundo delirante y genial. ¡Descanse en paz!

Edgar Allan Poe, Nacido en Boston en 1809 y fallecido en Baltimore en 1849. Escritor respetado y un auténtico genio. Sus Cuentos son apasionantes y los recomiendo con todo el entusiasmo del que soy capaz. Este post no ha salido como yo esperaba, pero la mente te gasta bromas, aunque algunas sean más tristes que divertidas.

Con todo mi cariño y respeto.

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