jueves, 8 de noviembre de 2012

Malasombra atiende a Santi

   Bueno, hombre, bueno. Pues un día menos para dejar de aguantar a la insoportable humanidad que no tiene el buen gusto de dejarse dominar por mi. Hoy me he levanté con ganas de hacer de psiquiatra. Evidentemente tengo el título universitario que lo acredita. De hecho, todos podéis tenerlo. Si os portáis mal os mando el número del falsificador que me lo hizo y en un par de días a ejercer como si nada. Total, con echarle la culpa a la infancia y cuatro chorradicas más, lo podéis hacer igual de bien que los que pierden años estudiando en las universidades.

Cuatro horas más tarde...

   Aquí estoy. Sentado en la consulta y no viene nadie. Estoy empezando a aburrirme. Voy a poner la sesión que grabé ayer en una cinta de Cromo. Un tipo, que algunos conoceréis, vino a que le solucionara un problema.

Clic...

   -¡Santi! ¿Qué haces aquí?
   -Hola, Malasombra. Ya no sabía a quién recurrir. Eres mi única esperanza.
   -Pues conociéndome como me conoces, no se cómo puedes pensar eso. Ya sabes que disfruto con tu sufrimiento. Pero, como vas a pagar voy a fingir que me importa tu problema.
   -Te lo agradezco, Malasombra. Por cierto, ¿cómo te pago? Somos distintos, pero compartimos cerebro y, por tanto, cuerpo.
   -No me lo recuerdes, Santi, que bastante asco me da. Pues puedes sacar la pasta del bolsillo derecho y ponerla en el izquierdo. Y empieza ya, que el tiempo vuela.
   -Malasombra, estoy triste.
   -¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!
   -¡Joder! ¿No has dicho que ibas a fingir por lo menos?
   -Es verdad, pero no lo pude evitar. Se me escapó la risa...¿Cúal es el motivo de tu tristeza?
   -Una persona cercana me ha traicionado. Tenía grandes planes que se han ido a tomar fanta.
   -Bienvenido al club. Ya sabes que llevo años tratando de someter a los humanos y no puedo. Me solidarizo contigo, Santi. Pero, preséntame al traidor que sin conocerlo ya me cae bien.
   -Seguro que harías buenas migas con él, Malasombra.
   -¿Hablamos de problemas sentimentales?
   -Pues no.
   -¿Problemas de salud?
   -Pues no.
   -¿Problemas económicos?
   -Pues no.
   -Entonces, Santi, ¿de qué coño estás hablando?
   -Malasombra, ya te lo he dicho: Estoy triste.
   -Tu lo que estás es gilipollas. Es normal que haya traidores, pero sólo a los imbéciles como tu les afecta. No se porqué no te abro la cabeza con una ladrillo del veinte. Entonces si tendrías un problema. ¡Qué está triste! ¡Pobrecito! ¿Quieres que te haga mimitos? Santi, ¡Vete a la mierda!
   -Pero, Malasombra...
   -Ni Malasombra ni Malasombro. Hacerme perder el tiempo de esta forma no tiene nombre. Yo pensaba que te ibas a morir o que te habías quedado sin trabajo o que ya no ligabas...Y me vienes lloriqueando con chorradas. ¡Llévame pronto, Señor!

   Clic...

   Pues esto fue lo que sucedió. Ya no seguí grabando por vergüenza ajena. pero le invité a unas cañas y mi compañero de cerebro se fue contento a casa. Supongo que sería por las cervezas, pero a mi no me importa....Porque tengo torta...