domingo, 16 de febrero de 2014

El vaso de agua

   Me siento frente al ordenador y me entra sed. Para no levantarme más veces de las necesarias, bebo agua y me traigo un vaso lleno para dejarlo sobre el escritorio y así beber más adelante. El escritorio al que me refiero es el mueble, no el escritorio del ordenador. Por lo que sea, un vaso no puede mantenerse en equilibrio sobre la pantalla. Creedme, lo comprobé varias veces.
   El caso es que a mitad del pasillo se me resbala el vaso de las manos y se cae al suelo. Se ha roto y el agua se ha desparramado. Si hubiese sido gasolina, le meto fuego y ya está. Pero no, he tenido que tirar de fregona y luego de recogedor para eliminar los cristales.
   Alguien podrá pensar que la culpa es mía por no agarrar el vaso con la suficiente fuerza. pues no señor. ¡La culpa es de Newton!
   Vamos a ver, señor Newton. ¿Por qué no se calló cuando la manzana le cayó sobre la cabeza? Como podéis comprobar he utilizado correctamente "calló y "cayó" que, aunque suenan igual, se escriben de distinta forma y tienen significados diferentes. Es que soy muy listo. Un momento, que voy a por un terroncito de azúcar. ¡Me lo he ganado!
   Manténgase a la espera....taratariratariratra...lalilolllalaoolaolla...tarrirrtatta....
   ¿Seguís ahí? Espero que os haya gustado el hilo musical. Bueno sigamos, ¿por dónde iba? ¡Ah! Por Newton. Si el maldito señor este hubiese aguantado el manzanazo, la ley de gravedad no estaría vigente y el vaso no se hubiese caído.
   Don Isaac, es usted un bocazas. Ojalá le hubiese caído una sandía de 30 kilos en vez de una inocente manzana que no hace daño a nadie. Podría haberse sentado debajo de un sandiero, que es un árbol que aparte de sandías también da sombra. ¡Asqueroso chivato!


   -Perdón, señor Malasombra, pero discrepo de usted: las manzanas no son tan inocentes.
   -¿Quién eres tú? ¿Qué haces aquí?
   -Soy Blancanieves y sé por experiencia que las manzanas pueden ser peligrosas. La malvada reina disfrazada de ancianita me ofreció una envenenada y casi no lo cuento.
   -Mira Blancanieves, la malvada reina es amiga mía y nos tomamos unos pelotazos juntos de vez en cuando. Ya le reproché lo que hizo contigo y mira que se lo dije: ¡Pon más veneno! Pero no me hizo caso y se quedó corta.
   -¡Qué malvado es usted, señor Malasombra!
   -¡Gracias! Hago lo que puedo. Ahora lárgate de aquí antes de que llame a mi amigo el señor Burns y suelte a los perros.
   
   Bueno, después de esta lamentable interrupción continúo con lo que estaba diciendo...joer...se me fue el hilo...¡Ah! ¡Newton, eres un chivato! Por tu culpa he tenido que limpiar el suelo del pasillo y recoger cristales. Ojalá te encierren con Justin Bieber y te cante todo el día.


   Por cierto, ¿las sandías crecen el los árboles? Voy a ver si me saco la carrera de botánica para descubrirlo.


   Pido perdón por esta paranoia sin sentido, pero necesitaba escribir cualquier cosa para desentumecer los sentidos. Echo de menos escribir con más asiduidad.