domingo, 13 de diciembre de 2015

Publicidad o algo

   Vamos a ver, vamos a ver...
   El asqueroso del Santi ha estado usurpando mi blog para escribir sus "tontás". ¡Ya está bien! ¡Caracoles! ¿Caracoles? Anda que yo también...¡Con lo bonito que suenan los tacos! Pero es que no están bien vistos y uno se corta.
   Bueno, voy a escribir sobre estos días navideños. No tengo nada en contra de la Navidad (Aparte de que una vez más intentaré secuestrar a los Reyes magos para que los niños no reciban regalos), pero no soporto la publicidad melosa, edulcorada, azucarada, ñoña, artificial, de mineralización débil, bicarbonatada y de bajo contenido en magnesio.
   Anuncios con voces rimbombantes y de tono lastimero que pretenden debilitar a los corazones más duros. Personas muy buenas, acciones muy buenas, pensamientos muy buenos...¡Quieren vender su producto! ¡Nada más! ¡No es real! ¿Porqué hemos de ser buenos en Navidad? Y el resto del año, ¿qué?. La actitud correcta es ser malo todo el año y, ya que hacemos distinciones, en Navidad mucho más.
   Recordad esto porque os será muy útil en la vida:
   Bondad = Mal
   Maldad = Bien
   ¿Y el maldito Justino de la lotería? Ya tiene delito que hayan estirado la idea del año pasado con el camarero que le guarda el décimo al cliente habitual.
   "-¿Qué te debo por el café?
     -Veintiún euros?
     -¿Veintiún euros por un café?
     -No, un euro por el café y veinte por esto."
    ¡Y va el tío y le da un décimo premiado! ¡Vamos! La culpa es mía. Tenía que haber ido al bar ese, liarme a guantazos con el camarero y quedarme con los números premiados.
   El caso es que este año plagian la idea y al señor de UP. ¡Encima se llama Justino! ¡Como el niñato Bieber! ¡Y le ponen cara de pena! Total porque se supone que hace felices a los demás cambiando de postura a los maniquíes. ¡Menuda chorrada! ¡Pues no se me ocurren a mí posturas y cosas para los maniquíes mucho más divertidas!
   Y entra el Justino con esa cara de haba y se encuentra a un maniquí sonriente con un décimo en la mano. ¡Un décimo! ¡Con lo bonito que hubiese quedado encontrarse con el maniquí haciendo una penineta! ¡Eso sí sería un anuncio guapo! Además, ¿qué clase de plantilla es la de esa fábrica? ¿no hay nadie decente que diga que le den al Justino?
   ¡Ojalá cierre esa fábrica!
 
   -Espero que no y que si algún trabajador lo deja por el premio, contraten a otro.
   -¿Quién eres tú?
   -Soy Santi, ¿no me recuerdas?
   -¡Aggggggggg! ¡Qué asco! ¡Otra vez en mi blog! ¡Fueraaaaaaaaaaa!
   -Tranquilo, Malasombra, que te va a dar algo.
   -A mí me dará algo, pero a ti te voy a dar una paliza.
   -Eh, no, ¿qué vas a hacer con esa silla?
   ¡¡¡CRASH!!!

   Por lo que sea, parece que el Santi se lo pensará (si es que sabe pensar) antes de volver por mis dominios. ¡Ea! pues ya me despido hasta que me dé la gana volver. Espero que no lo paséis bien y, sobre todo, que hagáis que no lo pasen bien los demás: es vuestra obligación. Ahí os quedáis. Me voy  ver vídeos de caídas graciosas en Youtube.

   Santi Malasombra

domingo, 6 de diciembre de 2015

Las cinco de la tarde

  Las cinco de la tarde. Suena el timbre que anuncia el final de la clase en aquel viejo edificio de pueblo. Niños corriendo, gritando y saltando. Manadas de chavales vamos a la huerta que rodea el pueblo y jugamos a los indios y vaqueros, pero siempre se descontrola la batalla y acabamos a pedradas. Si hay sangre, la tarde fue bien. Eso sí, nos cuidamos mucho de entrar en las tierras del tío Roque, porque una cosa es una brecha en la cabeza y otra un tiro con cartuchos de sal: no os imagináis lo que escuece eso. Pero el riesgo de robarle una naranja merece la pena y eso que mi familia tenía huerto propio, pero no es lo mismo. Anochece pronto y volvemos a nuestras casas a restañar las heridas. No hay ganadores ni perdedores. Al día siguiente todos amigos.
   Las cinco de la tarde. Suena el timbre. Hay que hacer un trabajo sobre árboles. La guerra debe esperar. Busco en la biblioteca de mi abuelo y no veo nada aparte de la enciclopedia. Demasiado trabajo buscar información tomo a tomo. Pregunto y me dice que tal vez en la biblioteca del pueblo encuentre algo. ¿Biblioteca del pueblo? ¿Hay biblioteca allí? Parece que sí. En una dependencia del centenario ayuntamiento. Mañana iré.
   Las cinco de la tarde. Suena el timbre. Recorro las calles adoquinadas hasta llegar al vetusto edificio y pregunto a un municipal que hay en la puerta. Me indica una puerta y entro. No es muy grande, pero para mí es enorme. Estanterías repletas de libros desde el suelo al techo. Busco y encuentro: árboles de hoja perenne o caduca, coníferas, frutales, europeos, africanos...demasiados árboles. Abro mi cuaderno de hoja cuadriculada y comienzo a copiar la información. Se hace de noche y vuelvo a casa. Mi abuelo me dice que está muy bien el trabajo y duermo feliz.
   Las cinco de la tarde. Suena el timbre. Los amigos me reclaman para lanzar piedras y para recibirlas. Me quedo pensando y decido volver a la biblioteca. Ya no pregunto. Doy las buenas tardes al municipal y entro. Esta vez no sé lo que busco, pero acabo encontrando unos tomos bien encuadernados de dibujos. ¡Las aventuras de Tintín! ¡Astérix! Cojo uno, me siento y comienzo a leer. Anochece y entra el municipal diciéndome que se hace tarde y que si mi familia sabe que estoy allí. Contesto que no y me invita a marcharme. Vuelve mañana, me dice sonriendo.
   Las cinco de la tarde. Suena el timbre. Me esperan los libros en la biblioteca. Las piedras, las carreras, la sangre y los tiros del tío Roque deben esperar. Ya le conté a mi abuelo que iba a estar allí. Me sumerjo en las aventuras de aquel reportero y de aquellos galos medio locos. Hacía mucho que no disfrutaba tanto. Devoro todo lo que hay con la ansiedad de un niño que no tiene límites. Llega un momento en que no queda nada y los releo.
   Las cinco de la tarde. Suena el timbre. Ya es primavera y la biblioteca se acaba. Vuelvo a las batallas en la huerta. Hay más luz y más sangre. Risas y lágrimas. Pero nada grave. Sobrevivimos todos a aquella época en la que podías comprar tabaco suelto, petardos o ganar un machete en la feria teniendo doce años.
   Las cinco de la tarde. Suena el despertador. Me levanto después de dormir todo el día después del turno nocturno. Me acerco a la farmacia y veo que en el viejo edificio del ayuntamiento sigue instalada aquella biblioteca. Hay un par de ordenadores y Wifi, pero los libros siguen allí. Me acerco al rincón de los libros juveniles y allí están mis viejos compañeros: Tintín, Milú, el capitán Haddock, Astérix, Obélix, Panorámix...
   Las cinco de la tarde. Solo puedo sonreír...

Santi Malasombra

domingo, 22 de noviembre de 2015

Llegó el frío

   Este año se ha retrasado la entrada del frío en España. Desconozco las causas, pero encontraré respuestas. Para eso tengo en mi poder al Brasero ese que da el tiempo en la tele:
   -A ver, Robertín, ¿qué pasa? 
   -Señor Malasombra, la culpa es de los anticiclones ciclogenésicos barométricos de las isobaras duodenales.
   -No entiendo nada. De todas formas da igual: no te ibas a librar de la tortura. 

   Bueno, lo importante es que ha llegado la hora de la reunión anual con unos señores. Mis esbirros ya les han dado las instrucciones para llegar a mi nueva cueva. ¿Os he hablado de mi cueva? Es una maravilla escavada en la montaña con la punta de un compás. Necesité 10.000 hombres trabajando día y noche durante meses, pero ha quedado estupenda. Una pena que después de esta reunión la dinamitaré para sepultarla y no dejar pruebas.

   -¡Hombre, señor de los centros comerciales! ¿Cómo se encuentra?
   -Señor Malasombra, estoy recuperándome de la paliza que me dieron sus esbirros. ¿Era necesario? Ya sabe que yo vengo voluntariamente.
   -Sí, lo sé. No era necesario, pero siempre es divertido ordenar palizas. Lo que cuenta es que está aquí y no se preocupe, que cuando acabe ordenaré que le peguen menos.

   -¡Hombre, señor de los transportes públicos! ¿Cómo se encuentra?
   -Señor Malasombra, llevo tres meses encerrado en una de sus mazmorras a pan y agua. Creía que confiaba en mí. Nunca le he fallado.
   -Sí, lo sé, pero quería asegurarme de que no llegaba tarde. No se quejará de mis mazmorras. Tuve el detalle de ordenar que el chusco de pan diario no tuviese moho. Duro, pero sin moho. Si en el fondo soy muy sensible, pero no lo vaya diciendo por ahí.
 
   -¡Hombre, los señores Paracetamol y Ácido acetilsalicílico! ¡Siempre juntos a pesar de ser enemigos!
   -Señor Malasombra, estamos juntos porque nos encadenó hace tiempo.
   -¡Es verdad! ¡Qué memoria la mía! 

   Bueno, comencemos la reunión y no perdamos el tiempo, que tengo que poner las trampas para cazar a los Reyes Magos y que dentro de unas semanas no puedan traer regalos.
   El plan de este año es tan simple como el de años anteriores. El señor de los centros comerciales y el señor de los transportes públicos pondrán la calefacción con un mínimo de cuarenta grados de diferencia con respecto a la temperatura exterior: es decir, que si en la calle hace cero grados deberán ponerla a...Esperen un momento, que hago una llamada...

   ¿Es el Consejo Superior de Investigaciones Científicas? ¡Tengo una consulta! Si un tren sale de...Ah, no, que eso lo dejo para otro día...Si a cero le sumo cuarenta, ¿cuánto da? ¿Cuarenta? ¿Seguro? Tenga en cuenta que si me engaña, me vengaré y no será agradable para ustedes...Bueno, si está tan seguro, le haré caso.

   Bueno, señores, que me dice que son cuarenta. Es decir, que si la temperatura exterior es de cero grados, deberán poner la calefacción a cuarenta grados. ¿Alguna duda?
   -Señor Malasombra, si la temperatura exterior es de cinco grados, ¿a cuántos grados debemos poner la calefacción?
   -Señor de los transportes públicos, me pone en un aprieto porque apenas me queda saldo y no voy a volver a llamar para preguntar. Usted suba a lo bestia, que más vale pasarse que quedarse corto.

   Bien, según mis planes la gente se constipará y acudirá en masa a consumir los productos de los señores Paracetamol y Ácido acetilsalicílico y ustedes dos me darán a mí por mi cara fea el noventa por ciento de sus ganancias. Es decir, que por cada euro que ganen me darán un euro con noventa céntimos. ¿Entendido? ¿No dicen nada? Supongo que es porque están de acuerdo o a lo mejor es porque mientras hablaba les han maniatado y puesto cinta en la boca para que no puedan hablar. ¡Cualquiera sabe! 
   Bueno, pues doy por concluida esta reunión y espero que el próximo año tengamos salud para poder reunirnos de nuevo. A la salida les darán algún guantazo, pero no es nada personal, es para mantener las costumbres. Paz y amor, señores.
   
   Y así es como se hacen los negocios.

    Santi Malasombra 


domingo, 8 de noviembre de 2015

La señora quiere vivir...

   -Buenas noches, Malasombra.
   -Santi, ¿qué haces en mi blog? ¡Largo de aquí!
   -Hombre, es que quería contar algo un poco más serio.
   -Hazlo en el blog ese que tienes de supuesta poesía.
   -Ya, podría, pero es que esto es una historia real.
   -Pues no te dejo.
   -Por cierto, Malasombra, en la calle hay un tipo regalando cosas y ayudando a la gente.
   -¿Cómo? ¡No puedo permitirlo! ¡Voy a por él!
 
   Bueno, creo que me he librado del nota este por un rato. Ahora voy con lo que quería contar.
Ya llevo tiempo queriendo escribir sobre una señora de mi pueblo. La conozco de vista, pero no tengo ningún contacto con ella. Soy muy torpe para adivinar su edad, pero calculo que tendrá ochenta y muchos.
   La señora sale todas las mañanas muy temprano de su casa apoyándose en un carrito de la compra que le ayuda a caminar. Lo hace lentamente. Entra en la panadería, compra su barrita de pan y luego se encamina hacía la plaza de abastos. Ya le pierdo la pista, pero supongo que comprará allí sus cosas o simplemente se paseará. Siempre va arregladita, pero sin caer en el esperpento de alguna señora que se pasa tres pueblos con el maquillaje.
   Sé que es viuda, que tiene dos hijas y que vive sola en su casa. Más de una vez he coincidido con ella y con alguna de sus hijas en la panadería y he sido testigo de algunas frases:
   "Mamá, quédate en casa y yo te hago la compra"
   "Mamá, deberías venirte a vivir conmigo o con mi hermana"
   "Mamá, hoy hace mucho calor" "Mamá, hoy hace mucho frío"
   Reproches de aspecto cariñoso apoyados por la dependienta que siempre añade:
   "Con tus hijas estarías mucho mejor y más tranquila".
   Una mañana salía detrás de ella con mi compra y la ayudé abriéndole la puerta de la panadería. Una vez en la calle me miró con la dulce mirada de ancianita de cuento y me dijo:
   -Muchas gracias, hijo.
   -Encantado señora.
   Sostuvo la mirada como si quisiera decirme algo y esperé unos segundos. Efectivamente, quería decirme algo:
   -¡Ay, hijo! Si les hiciera caso y me quedase en casa, ya estaría muerta.
   Dudé qué responder, pero me salió del alma con taco incluido:
   -Señora, viva su vida y no haga ni puto caso.
   La señora sonrió y comenzó su caminar lento y decidido hacia la vida,..su vida.

   Santi Malasombra

domingo, 25 de octubre de 2015

Malasombra y el palé.

   -¿Cuál es mi cámara?
   -Señor Malasombra, son todas suyas.
   -Ya lo sé, imbécil. ¿Quiero decir que a cuál miro? 
   -Perdón, pues mire a la uno.
   -Miraré a la tres porque me da la gana y aquí mando yo.
   -Como quiera el señor, pero no saldrá bien.
   -¿Y tú qué sabrás de filmar? ¿Cómo te llamas, que no me acuerdo?
   -Steven Spielberg, señor Malasombra. 
   -Pues dedícate a otra cosa muchacho, que no te veo mucho futuro en esto. Voy a comenzar con el programa. Tú, haz lo que quieras.

   Por imperativo legal, buenas noches. Hoy traemos una nueva entrevista a este programa semanal. La última fue hace más de un año y ya tocaba. Vamos a conversar enemigablemente con unos palés de madera. Damos la bienvenida a nuestro primer invitado con un fuerte aplauso.

   ¡Plas, plas, plas!

   -¡Basta ya! Tampoco ha hecho nada el señor palé para que le aplaudáis. ¡Vaya mierda de público! 

   -Señor Palé, ¿cómo se encuentra?
   -Bien, señor Malasombra. Disfrutando de la jubilación.
   -Usted habrá tenido una amplia trayectoria profesional. ¿de qué trabajo se siente más orgulloso?
   -Hubo una temporada en que me dediqué a transportar cajas de cerveza. Fue una gran época. De vez en cuando se rompía alguna y me llegaba el líquido. 
   -¡Haberlo dicho antes! ¡Me pongo a sus pies, señor Palé! ¡Mis respetos!
   -Muchas gracias, señor Malasombra.
   -No, gracias a usted por hacernos llegar tan preciada carga a los mortales. Y ese público, ¿porqué no aplaude? ¡Vamos! ¡Hasta que os sangren las manos!

   ¡Plas, plas, plas, plas, plas. plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas!

   -Bien, pues no estaba previsto, pero tengo una sorpresa para usted. ¿Qué le parecería ser reciclado en una mesa para una terraza molona? Estaría oyendo musiquita guapa y además apoyarían sobre usted cervezas, mojitos y todo tipo de bebidas. 
   -¿En serio? ¡No me puedo creer! ¿Haría eso por mí?
   -¡Por supuesto! Y eso no es todo. tendrá un tratamiento gratuito contra plagas y carcoma a base de barniz de primera calidad. ¡Se lo ha ganado!
   -¡Oh! ¡No sé qué decir! Creo que voy a llorar de emoción, señor Malasombra. Me habían hablado de su fama y me temí lo peor cuando vine aquí.
   -Seguramente sea verdad lo que le contaron, pero usted ha transportado cerveza...¡Cerveza! Mi gente se ocupará de todo y le haré alguna visita de vez en cuando.
   -Muy agradecido, de verdad, señor Malasombra.
   -Bueno, basta de agradecimientos que me estoy cansando. Puede marcharse ya con otro aplauso.

   ¡Plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas!

   Bueno, pues continuamos con nuestro siguiente invitado a ver si puedo llevar a cabo el plan que tenía previsto. Tenemos a otro palé que amablemente nos visita. No aplaudáis de momento, que primero tengo que escuchar lo que dice.

   -Buenas noches, señor segundo Palé.
   -Buenas noches, señor Malasombra.
   -Lo primero, ¿usted ha transportado cerveza!
   -Pues no, mi vida laboral...
   -¡No siga! ¡Es suficiente!




@santimalasombra 



domingo, 18 de octubre de 2015

Malasombra y Star Wars

   Pronto llega el Episodio VII de Star Wars, el despertar de la Fuerza. El lunes, 19 de octubre se ponen a la venta las entradas, pero esperaré a diciembre. Es más, probablemente la vea después del estreno. Tal vez el fin de semana siguiente.
   ¿Me hace ilusión ver una nueva entrega? ¡Por supuesto! Pero para mí es mucho más importante el recuerdo de las tres primeras, los episodios IV, V y VI. Lo que vino después son guindas del pastel más rico del mundo.
   Nada puede superar la majestuosidad de Darth Vader, la belleza de Leia Morgana o la insolencia de Han Solo.
   De Luke Skaywalker no guardo tan buen recuerdo. Siempre me pareció un niñato. No me gusta y ya está. Afortunadamente, la historia de Star Wars es la historia de su padre, Anakin, como veríamos más tarde al estrenarse la segunda trilogía (Episodios I,II y III).
   Ya son muchos años y he leído y visto casi todo lo que se ha publicado sobre esta saga. Podría estar contando cosas y no parar, pero tampoco quiero aburrir. Como hoy tengo la tarde un poco tonta, me conformaré con unas cuantas anécdotas que los buenos aficionados ya conocerán, pero que a lo mejor son desconocidas para el gran público.
   En un principio, Lucas había imaginado a Darth Vader como un tipo pequeño, enfundado en una túnica negra y ¡Sin máscara! El original era parecido al emperador Palpatine, pero cuando David Prowse se presentó al casting, Lucas cambió de idea y pensó que Vader podía ser un tipo enorme. Recordemos que el bueno de David mide dos metros y entonces era un tipo musculoso cuyo sueño era convertirse en Mister Universo. Luego, le añadió el casco e incluso le cambió la voz por la da James Earl Jones. Un acierto, pero que entiendo que al señor Prowse le sentase fatal.
   Una curiosidad para frikis: cuando el director Richard Donner dio el visto bueno para que Christopher Reeve encarnara a Superman, puso como condición que Reeve ganara musculatura y le buscaron a un entrenador personal. Pues sí, David Prowse entrenó a Christopher Reeve. ¡Darth Vader entrenó a Superman!
   Ahora una anécdota sobre Han Solo. Los seguidores fieles tienen camisetas con una leyenda: "Han shot first" (Han disparó primero). Esto viene a consecuencia del cambio de una escena que Hizo George Lucas en el reestreno de 1997. Lo que se veía en la versión original de 1978 era como Greedo se sentaba con Han Solo en la taberna y le amenazaba por orden de Jabba el Hutt por una deuda. En un momento de la conversación Solo dispara, se lo carga y punto. Pero luego quisieron suavizarlo e hicieron creer que Greedo disparaba primero y Solo, al defenderse, lo mataba. Vamos, que fue en defensa propia. Lucas no quería mostrar a un Han Solo tan oscuro.
   En general, la historia está bastante suavizada por el propio George Lucas. Un ejemplo son los malditos Ewoks. Esos ositos de peluche asquerosos. ¿Os imagináis que en un concierto de AC/DC o de Motorhead, de pronto aparece Justin Bieber y canta una canción? Pues eso son los Ewoks en Star Wars: ¡Están fuera de lugar!
   La idea original era que la luna de Endor estuviese habitada por wookiees, la raza de Chewbacca. Hubiese estado guapísima una batalla entre las tropas imperiales y los wookiees. Esas bestias salvajes combatiendo con fiereza...¡Extraordinario! Y lo que nos queda es a un maldito grupo de ositos amorosos con sus payasadas...¡Señor, llévame pronto!
   Me dejo a Yoda, R2D2, C3PO, Obi Wan y tantos...pero solo quería dar unos cuantos apuntes y no escribir un libro.
   ¡Ah! Termino con una curiosidad más: cuando se estrenó la primera película en 1978, George Lucas estaba bastante nervioso y quiso alejarse del mundanal ruido. Se marchó a pasar unos días con su amigo Steven Spielberg. Cuentan que, entre charla y charla, comenzaron a darle forma a otro personaje...Un tal Indiana Jones...No sé si os suena. En fin, donde hay talento, hay talento.

   Muchas gracias, Star Wars, por permitirme seguir siendo un niño.
   Santi Malasombra.

domingo, 11 de octubre de 2015

Profesor Malasombra

   Buenos días, damas y caballeros. Hoy, vamos a hablar de un filósofo desde otro punto de vista: vayamos a la azotea que hay mejores vistas.
   Hablaremos de Sócrates. Este tío fue un filósofo griego que nació en el siglo nosecuantos y su principal virtud era dar sentido a las buenas acciones y pasando un huevo del relativismo que proclama que nada importa y que las cosas son como son, que nada tiene consecuencias  y punto. El Sócrates este pensaba que con la dialéctica se podía convencer a las personas de que hiciesen buenas obras porque hacer el bien era un rasgo humano. Es decir, que el nota este era más pesado que un charlón en la barra de un bar. Lo ilustraré con un ejemplo práctico.

   
   Evidentemente, un tipo así no puede caerme bien y no soy relativista. ¿Hacer el bien? ¡Pringao! Lo que mola es hacer el mal y asumir las consecuencias. Las buenas acciones están pasadas de moda. Afortunadamente, los griegos lo condenaron a muerte y lo obligaron a beber cicuta. La historia dice que se negó a colaborar con el régimen de "Los Treinta Tiranos". ¿Cómo es posible tal negativa ante un régimen con un nombre tan bonito? Un antepasado mío, Anitos Malasombra instigó la acusación y se la encargó a un tal Melitos. Pero a mí no me engañan: lo condenaron por pesado. 

   Pero lo que nadie cuenta es que el Sócrates tenía un salud de hierro. Por cierto, ¿porqué se asocia salud de hierro a buena salud? El hierro es un metal que se oxida con mucha facilidad y que acaba desapareciendo. ¿Quién es el lumbreras que se inventó esa frase? No sé, sería más adecuado decir que tiene una salud de plástico, que dura más. Ya buscaré al inventor del dicho y al inventor del hierro para pegarles una buena paliza. ¿Por donde iba? ¡Ah! por la salud de hierro. Por cierto...¡Uy! ¡Perdón! Ya lo he escrito antes. esto me pasa por escribir con la cabeza quitada. 

   Bueno, el caso es que sobrevivió y reapareció siglos más tardes como futbolista brasileño. Desgraciadamente para el fútbol, que no para la filosofía, falleció definitivamente. 
   Perdónenme, damas y caballeros, pero me llama la directora del centro.
   -¿Sí?
   -¿Dónde están los niños?
   -En la azotea.
   -Pues bájelos inmediatamente que hay que darles el biberón y cambiar los pañales a los que lo necesiten. Esto es una guardería muy seria y no queremos que lleguen los padres y no estén limpios y alimentados.
   -Bueno, vale, enseguida bajo. 
   
   ¡Jo! ¡Con lo bien que me estaba quedando la clase!

domingo, 4 de octubre de 2015

Malasombra es real

   Hace unos días me dijo el señor Azuquelberber que no soy real. Vamos a ver, señor Zulperwegh, ¿es usted tonto o tonto? Si no soy real, ¿quién escribe estas cosas? ¿El Santiago nosequé ese? Pero si tiene problemas para hacer la o con un canuto...ni siquiera sería capaz de fumarse el susodicho canuto. ¡Inútil!
   Por cierto, la expresión catalana "salut i força al canut" no significa lo que muchos piensan. En realidad el canut era como un pequeño bolsito de piel donde se guardaba el dinero. Cuando alguien estornudaba se le decía "salut y força al canut", que venía a significar salud y dinero. Bueno, después de este dato cultural debería retirarme, que parezco un tertuliano de esos que salen por la radio.
   Ahora vamos a lo importante: voy a demostrar con datos irrefutables mi existencia.

  1. Hace mucho que la gente tropieza por la calle y se cae al suelo. Hay muchos tipos de caídas en todos los lugares y circunstancias. Todas tiene en común que son divertidas, pero vayamos al origen. Antes del siglo XVII la gente no se caía y todo era aburrido. Estaba yo caminando cuando vi al Newton ese y le tiré una piedra para reírme un poco (sí, fue una piedra y no una manzana). Fue entonces cuando aquel tipo inventó la gravedad esa. Lo que no sé es porqué le puso aquel nombre. Para mí, gravedad, es quedarte encerrado en un ascensor con hilo musical del Bieber de los cojones, pero bueno.

   2. El famoso Titanic no lo hundió un iceberg, no. Eso es lo que os han contado para esconder la verdadera historia. Resulta que estaba yo emborrachándome con el capitán y me dijo la frase mágica: a que no hay cojones de llevar el barco...¡Vaya si los hubo! Agarré el timón con fuerza y derrapando, derrapando, pues volqué. La verdad es que es de las pocas cosas de las que me he arrepentido. Si el maldito barco no se hubiera hundido no existiría la maldita película del maldito Cameron ni la maldita canción de la maldita Celine. Os pido perdón por el error que cometí.

   3. También tengo influencia en el mundo de los muebles. La tecnología permite hacer butacas cómodas, pero yo lo veté. No hay nada más bonito que ver a alguien sufriendo en una butaca incómoda del cine, por ejemplo. Y si encima la peli es de Ingmar Bergman, mejor. hay que ver lo aburrido que es el sueco ese. Yo le escribí los guiones para vengarme por que no merecía tener el mismo apellido que la bellísima Ingrid, pero el tipo tuvo la desfachatez de filmar las películas. Fue un golpe bajo y por eso lo respeto a pesar de todo.
   Sin salir del mundo de los muebles años más tarde me llegó un tipo que había inventado la mesita de noche con esquinas redondeadas. ¿De qué iba aquel insensato? ¡Con lo bonito que es un golpe con una esquina en ángulo recto! Le pegué una paliza y cuando se recuperó le pegué otra. Tal vez debí darle una tercera, pero en el fondo soy un pedacito de pan.
   Y hablando de mesitas de noche, me acaba de venir a la memoria aquel día que decidí que las sábanas ajustables tenían que salirse de su sitio al menor movimiento: eso frustra muchísimo a los maniáticos del dormir bien y me hace muy feliz.

   Podría esgrimir muchas más pruebas que demuestran mi existencia, pero me está entrando hambre. Eso sí, para terminar os dejo unos cuantos documentos históricos que demuestran sin ningún atisbo de duda mi existencia. Tome nota, señor Zumgengamber: ¡Soy real!



lunes, 28 de septiembre de 2015

Malasombra solidario

   Mañana soleada, mar en calma, paseando por una paradisíaca playa de arenas finas y blancas mientras la suave brisa acaricia mi rostro...¡No podía ser más asquerosa aquella situación!
   Uno de mis psiquiatras me había recomendado estos paseos para encontrarme a mí mismo. ¿Será imbécil? Yo sé perfectamente donde estoy y, cuando no lo sé, busco un espejo y me miro. La próxima vez que vaya a su consulta le pegaré una paliza.
   Pronto volveré a mis paseos por esos maravillosos eriales plagados de espinas y simpáticos animalitos como escorpiones, arañas y serpientes venenosas. ¡Cómo los echo de menos!
   Miré al mar con cara de asco y de pronto apareció una pareja de tiburones que me miraron un tanto desesperados.
   -¿Qué queréis?
   -Señor Malasombra, usted es nuestra última esperanza. Queremos que nos ayude.
   -Pues lo lleváis claro. Ayudar no está en mi vocabulario.
   -¡Por favor! ¡Tenemos hambre!
   -Si os hubieseis comido a Dori y al padre de Nemo, tal vez me plantearía ayudaros, pero no lo hicisteis y desde entonces no me caéis bien.
   -Aquello fue muy complicado. Los señores de Pixar no nos dejaron, pero sepa que estamos muy arrepentidos por dejar escapar al maldito payaso y a la desmemoriada aquella.
   -¿Seguro que estáis arrepentidos de haber renunciado a vuestros instintos?
   -De verdad, señor Malasombra.
   -Bueno, tal vez pueda perdonaros aquel lamentable error. Por cierto, ¿cómo sabíais quien era yo?
   -Nos habló de usted un gran tiburón blanco y, al ver su cara ante un bonito paisaje, supimos que estábamos ante el gran Malasombra.
   -Bien, saludadle cuando lo veáis.
   -Falleció hace tiempo. Un tipo llamado Brody disparó a una botella de oxígeno que tenía entre sus fauces y acabó con el pobre.
   -¡Vaya! Descanse en paz. Siempre se van los mejores. Recuerdo con mucho cariño a aquel magnífico tiburón. Al menos se llevó por delante a unos cuantos humanos antes de caer. Ya me vengaré del tal Brody ese. Otro más a mi extensa lista de enemigos.
   -Entonces, ¿nos ayudará?
   -Sí, pero me debéis una...

martes, 25 de agosto de 2015

Made in Taiwan

   -¿Qué hora es?- Le pregunté a un señor que pasaba por la calle.
   -Lo siento mucho, señor, pero no tengo reloj.
   -¿Cómo es eso posible? No puedo consentir que no lo tenga. Puede que otro día le pregunte la hora y así podrá contestarme.
   -Disculpe, pero tengo prisa- contestó el señor mientras apresuraba el paso y me miraba un poco extrañado.
   Aquello no podía quedar así y decidí regalarle un reloj a aquel señor. Le seguí hasta su casa desde una distancia suficiente para que no me viese. Fue sencillo, ya que estudié espionaje con Anacleto y eso siempre es una garantía.
   Tramé un plan muy simple: lo secuestraría para obligarlo a aceptar un reloj.
   Lo primero era reunir a una banda para llevar a cabo el secuestro. Eso fue sencillo: asalté la cárcel donde el maldito Lucky Luke había encerrado a los hermanos Dalton.
   Estuvimos toda la noche esperando y a primera hora de la mañana aquel señor abandonó su casa. Le pegamos y lo metimos en un coche. Conducimos rápidamente hacia mi castillo y lo metimos en una de mis mazmorras.
   Mi veterinario de guardia curó sus heridas y lo até a la pared con cadenas. Ya iba siendo hora de presentarme como es debido que para eso soy extremadamente educado.
   -Señor, soy Malasombra y le he secuestrado para regalarle un reloj, ¿cómo se llama usted?
   -¡Maldito loco! ¿Qué quiere de mí?
   -Nada, señor, ya se lo he dicho, pero me gustaría saber su nombre. En realidad no me importa, pero me estoy cansando de escribir "señor" porque está muy a la derecha del teclado y se me está cansando el meñique.
   -¿Qué está diciendo? ¿Se ha vuelto loco? ¡Suélteme inmediatamente!
   -¡No! ¡Su nombre!
   -Me llamo Iñigo.
   -¡Que cabrón! ¡También lleva "ñ"! ¿No me diga que se apellida Montoya?
   -No, mi apellido es García.
    -¡Lástima! Montoya tiene una rima muy bonita. Pero bueno, vayamos a lo importante: ¿tiene alguna predilección por algún reloj en concreto?
   -No, yo lo que quiero es salir de aquí.
   -Está bien, yo decidiré que reloj regalarle.
   Salí de la mazmorra después de atizarle unos cuantos latigazos. No eran necesarios, pero soy un hombre de costumbres. Ahora se trataba de conseguir un reloj.
   Entré a una relojería y pregunté por un reloj baratito que diese la hora y punto. Nada de lujos innecesarios. El relojero me mostró uno y me pidió 20 euros por él. Lo miré y descubrí que en la parte de atrás ponía "Made in Taiwan".
   Pensé que si la fábrica estaba en Taiwan, me saldría mucho más barato comprarlo allí, y no están los tiempos como para ir derrochando.
   Alquilé un jet de esos que vuelan y viajé a Taiwan. Ah, perdón, se me olvidaba comentar que antes de salir de la relojería, le pegué al relojero. Ya sabéis, para no perder la sana costumbre.
   Ya estaba en Taiwan y pregunté, pregunté y pregunté. No obtuve ninguna respuesta. Después de varios meses comencé a sospechar que quizá allí hablaban otro idioma. Era el momento de cambiar de táctica y volví a preguntar señalándome la muñeca para ver si alguien me daba información acerca de la fábrica de relojes.
   De pronto pasó una taiwanesa guapísima y quise cortejarla. Vi un puesto de flores y robé un ramo, se lo ofrecí y lo despreció tapándose la nariz. En ese momento caí en la cuenta de que desde que estaba en Taiwan no me había duchado. Bueno, seguía preguntando con el ramo en la mano, cuando vi un taxi y me monté, le hice el gesto de la muñeca y el taxista asintió.
   Me llevó a un lugar y entré. Era uno de esos edificios donde se cuelgan "dibujicos" en la pared y la gente entra a verlos. Yo no entendía nada. ¿Qué tenía que ver aquello con un reloj?
   De pronto, no pude más que sonreir. Resulta que estaba delante de un cuadro que se llama "Flores".
Estaba claro que el taxista me había malinterpretado. ¡Estos taiwaneses!
   Salí de allí y vi a un niño con un reloj en la muñeca. Al fin y al cabo había encontrado lo que quería. Además, ¿hay algo más bonito que robarle a un niño?. Se lo robé, le di un empujón y salí huyendo. Más tarde me enteré que el niño había chocado con el cuadro. Afortunadamente las cámaras solo captaron los últimos segundos y nadie me reconoció.
   Volví a mi castillo orgulloso de mi logro y con el reloj en la muñeca. Entonces tuve un revelación. ¿Para qué iba a regalarle el reloj a Iñigo? Si lo tenía yo, no tendría necesidad de preguntarle a nadie la hora.
   Pues nada, que Iñigo se quede en la mazmorra, yo disfruto de mi nuevo reloj y todos contentos y felices.

UN NIÑO TAIWANES CAE EN MUSEO Y ROMPE UN CUADRO VALORADO DE 1,5 MILLONES DE DÓLARES. SE TRATA DE UN ÓLEO LLAMADO "FLORES" DEL SIGLO XVII PINTADO POR PAOLO PORPORA.


domingo, 24 de mayo de 2015

Elecciones en el reino de Malasombra

   Pues no sé, pero parece que esta de moda la cosa esa de las elecciones. En mi reino no son necesarias porque mando yo y punto, pero como me aburro voy a montar unas. Lo primero la lista electoral:
   1. Malasombra.
   2. La madrastra de Cenicienta.
   3. Hannibal Lecter.
   4. Freddy Krueger.
   5. Norman Bates.
   6. Jack Torrance
   7. Chucky
   8. Cruella de Vil.
   9. Doctor Maligno.
 10. El que mató a la madre de Bambi.
 11. Maléfica.
 12. Dora, la exploradora.
 13. Heidi.

   Lógicamente debo elaborar un programa electoral para que mis súbditos sepan a qué atenerse:
 
   EDUCACIÓN
      No es necesario que sepáis nada de cultura, ciencias ni nada que pueda distraeros de la misión más importante de vuestras vidas: servirme a mí sin rechistar. Lo único que debéis saber es decir "Sí, señor".
   SANIDAD
       Aquel que tenga algún problema de salud será arrojado al foso de las lagartijas.
   ECONOMÍA
        ¿Para qué? no necesitáis nada. Yo os proporciono techo, agua y pan de gasolinera del día anterior.
   SEGURIDAD
       En mi reino la delincuencia está bien vista. No debéis avergonzaros de ejercerla siempre y cuando yo no sea la víctima.
   JUSTICIA
       Será igual para todos: inexistente.

    Por último, alguna promesa para que me voten:

       Súbditos, os prometo que si salgo elegido reinaré con la misma mano dura que hasta ahora. Además, os prometo que tendréis una hora libre cada trimestre y cerveza gratis como último deseo antes de morir.

   Pues ya está. Instalé una urna y obligué a mis súbditos a votar mi candidatura. Un asesor me dijo que a unas elecciones debería presentarse alguien más. ¡Qué gracioso! ¿Quién iba a osar enfrentarse a mí?

   El resultado fue el siguiente:
 
   Votos emitidos: 8976
   Votos para Malasombra: 8975
   Votos en blanco: 1

   ¿Quién ha votado en blanco? No descansaré hasta descubrirlo y mi venganza será brutal. Como castigo, todos mis súbditos sufrirán las consecuencias y estarán obligados a ver una y otra vez el festival de Eurovisión hasta que aparezca el traidor.

   De todas formas estoy contento. Es muy gratificante saber que tu pueblo te quiere.

     

domingo, 17 de mayo de 2015

Malasombra y el Joshua Tree

   Hay días en los que es mejor no levantarse de la cama. Estaba tan tranquilo cuando me entero de una terrible y espeluznante noticia. Desde entonces estoy sufriendo muchísimo. Cuando sufrís vosotros yo me río mucho y disfruto. Lo justo sería que ahora os cachondeaseis de mí, pero no lo voy a consentir y si alguien lo hace, me vengaré y tal.
   Resulta que hace unos meses me quedé sin leña para la quema mensual de libros de Paulo Coelho. Bueno, seguro que algunos pensaréis que está mal porque escribe cosas bonitas y eso, pero precisamente ese es el motivo. El caso es que tuve que salir a buscar algo de madera para la hoguera.
   Muy cerquita de mi cueva (Sí, ya sé que en algunas historias anteriores digo que vivo en un castillo, pero si estáis buscando coherencia, por lo que sea este no es el sitio para encontrarla). El comentario entre paréntesis me ha quedado muy largo. Comienzo de nuevo: muy cerquita de mi cueva hay una carpintería y entré a preguntar. Me dijo el señor carpintero que tenía unos restos para quemar y que, incluso, me los regalaba. ¡Demasiado fácil! Algo buscaba y como medida preventiva le pegué y salí huyendo.
   856 kilómetros después paré de correr y me encontré frente a una tienda de discos, entré y compré todos los que tenía del Bieber para que le hiciesen compañía a los libros del señor Coelho, pero al salir vi lo que estaba buscando en un póster que tenían en la pared: ¡Un palo! ¡Un palo! ¡Un palo! Bueno, en realidad era un árbol, pero me hacía ilusión hacer el chiste del palo ahora que está desfasado. Esto es lo que vi:


   Con mi habitual amabilidad le pregunté al dependiente mientras lo cogía del cuello:
   -¿Dónde está ese árbol, imbécil?
   -Phgggfffhgghg- contestó él, mientras su cara se ponía cada vez más roja.
   Sospeché que lo mismo debía dejar de estrangularlo para entender lo que decía y así fue. Soy tan inteligente que me asusto a veces.
   -Es el árbol de U2, el famoso Joshua Tree que apareció en el disco del mismo nombre y que está en el desierto de Mojave, California.
   -Bien, ahora no te muevas que voy a llamar a un amigo.
   -¡Hoooooooomeeeeerrrr!
   -¡Moskis! ¡Malasombra me llama!- dijo Homer Simpson que pasaba por allí.
   -Hola, Homer, necesito un favor y te lo pagaré con un camión de Duff.
   -¿Qué tengo que hacer?
   -Como tienes experiencia estrangulando a Bart, quiero que sigas con el dependiente que yo tengo que salir de viaje hacia California.
   -Claro que sí, puedes iniciar tu viaje tranquilo.
   -Ya nos veremos un día de estos en el bar de Moe.

   El viaje hasta el desierto de Mojave fue muy duro y, sin duda, una de las peores experiencias de mi vida: el jet privado que me llevó allí no tenía cerveza. El caso es que me encontré con el árbol y me llevé un trozo. Me costó un poco cortarlo porque estuve seis horas intentándolo con un cortauñas hasta que recordé que en la guantera del avión tenía una motosierra que me regaló mi viejo amigo Leatherface (el simpático muchacho de la matanza de Texas).
   Tenía que volver a mi cueva con el tronco, pero no pensaba hacerlo en un avión sin cerveza. Afortunadamente, mi ingenio solucionó el problema y lo cambié por una piragua y una nevera portátil. Por cierto, hasta que llegué al mar fue un poquito incómodo remar por las arenas del desierto, pero estos detallitos sin importancia nunca me han preocupado.
   Por fin estaba mi hoguera en marcha y ya podía quemar los libros de Coelho y los discos del Bieber. ¡Qué maravilla! ¡Qué espectáculo tan maravilloso! Disfrutaba como un niño mientras que algunos medios contaban la siguiente noticia:

  EL JOSHUA TREE DE U2 ATACADO EN EL DESIERTO DE MOJAVE


    "The Joshua Tree", disco publicado por U2 en 1987, cuenta con imágenes tomadas en los desiertos californianos del "Valle de la muerte" y "Mojave". El árbol atacado se ha convertido en un lugar de peregrinación para los miles de seguidores del grupo irlandés. Uno de ellos descubrió en una de sus habituales visitas que le habían cortado un trozo. Se supone que para recuerdo.

   Sí, sí, para recuerdo...Pensaba mientras sonreía por la satisfacción del trabajo bien hecho.

   Pero claro, no todo iban a ser alegrías y he ahí el motivo del enfado y de la desesperación que mostraba al inicio de este post. Hoy me levanto y me encuentro con lo siguiente:

   UN FAN REPARA EL "JOSHUA TREE" DE U2 ATACADO HACE UNOS MESES


   Un fan de U2 llamado George G, pasó toda la noche reparando el árbol dañado. utilizó pegamento y tornillos de anclaje. Además, grabó todo el proceso en vídeo.


Advertencia: el visionado de este vídeo contiene material desagradable que puede herir la sensibilidad del espectador (Es que está ambientado con música de U2). 

   ¿AHORA QUÉ? ¿ENTENDÉIS MI MOSQUEO? VAMOS A VER, GEORGE, ¿NO TE PODÍAS HABER QUEDADO EN CASA TRANQUILITO? ¡IMBÉCIL! ¡ASQUEROSO! ¡GAZNÁPIRO!
¡MELONDRO! ¡BELIEVER! ¡DIRECTIONER! ¡BEBEDOR DE AGUA! ¡SABANDIJA!¡BOBO!
¡GILIÓRGANOSEXUALMASCULINO! ¡ABRAZAFAROLAS! ¡CANTAMAÑANAS! ¡TONTO!

Señor, llévame pronto...


viernes, 15 de mayo de 2015

B.B. King y Lucille


 ¡B.B. King ha muerto! ¡Viva B.B. King!

 No llores, amiga Lucille. ¿Sabes? Muchos lo haremos por ti, aquí en la tierra.

   Tu alma también está en el cielo con tu padre, para que allí puedan volar tus notas de blues y para que sus manos puedan bailar contigo. Seguramente el gran Robert Johnson abandone el infierno y se una a vosotros y, ¿quién sabe?, la gran Etta James podría aportar su poderosa voz. Entre el público, un tal Jimi Hendrix sube al escenario y os reta a un duelo y un par de muchachas se acercan a Etta y cantan con ella, Janis Joplin y Amy Winehouse creo que se llaman. El cielo y los infiernos se rinden ante vosotros. El blues es triste y desgarrado, sensual y cruel. Es la banda sonora de los corazones rotos y, sin embargo, la sonrisa nunca abandonó a tu padre.
   Amiga Lucille, dale las gracias por la música que nos deja, por las veces que me ha rescatado en mis malos momentos y por las veces que me ha acompañado en los buenos. A nosotros se nos ha ido un hombre, pero la humanidad ha ganado una leyenda que nos acompañará para siempre.
   Amiga Lucille, dale las gracias de parte de este tipo que te escribe entre lágrimas mientras en mi viejo tocadiscos da vueltas un vinilo que me regala, una vez más, el más bello de los sonidos.



 

domingo, 3 de mayo de 2015

Malasombra en el Yukón

   ¿Os he contado la historia de cuando estuve en Alaska en el río Yukón? ¿No? Pues no sé si me apetece contarla.
   -Señor Malasombra.
   -¿Qué pasa?
   -Hay una manifestación en la puerta de miles de personas exigiendo que cuente la historia.
   -Bueno, vale, la contaré, pero que los disuelvan con gases lacrimógenos.
   -Con todo respeto, señor, si va a contar la historia supongo que no es necesaria la violencia. Seguro que se marchan pacíficamente al saber que usted accede a su petición.
   -¿Acaso no tengo derecho a divertirme un poco? ¡Gases lacrimógenos he dicho! ¡Obedece!
   -Lo que ordene el señor.

   Desde luego, mi mayordomo no se entera de nada. No lo despido porque conoce mi más íntimo e inconfesable secreto: me gusta beber agua. Evidentemente esto es algo que vosotros jamás conoceréis. Pero vayamos al grano:
   Ya estamos en el silo rodeado de grano de trigo y es el momento de contar mi historia en el río Yukón.
   Todo comenzó el día en el que decidí vivir como un salvaje. Mis increíbles conocimientos de la naturaleza me indicaron que ese río era el adecuado: parajes prácticamente deshabitados, bosques fríos, osos, salmones, lobos, montañas, mucha nieve y una tienda de los chinos cada cien metros. Es perfecto.
   Lo primero que hice fue construirme una cabaña de paja, pero llegó un lobo y la derribó. Si os creéis esto es que sois tan inocentes como creo. Haced una cabaña con fardos de paja y probad a soplar a ver si tenéis lo que hay que tener para destruirla. ¡Joer! Si hasta usan la paja en los circuitos para mitigar los golpes de los vehiculos. De soplar nada, el mamón del lobo vino con un mechero y le prendió fuego.
   Luego construí una cabaña de madera y ahí me establecí. Sí, algunos pensaréis que la madera también arde, pero el lobo se quedó sin gas y no tenía dinero para ir a la tienda de los chinos a comprar otro mechero.
   La vida allí era sencilla y apacible. Cada mañana me despertaba el sonido del helicóptero que me traía un desayuno elaborado en un bar de Pedrafita do Cebreiro, provincia de Lugo. Reconozco que llegaba un pelín frío, pero me aseguraban que era normal después de un viaje de miles de kilómetros.
   Después me sentaba en la puerta para conocer las noticias. Como no me gusta leer, llegaba todas las mañanas un ex-director de "El mundo" a leérmelas. Parece ser que en ese periódico les gusta cambiar de director muy a menudo. A mí me viene bien. Ya me estaba cansando del señor de tirantes.
   Llegaba la hora del paseo por los alrededores para disfrutar de la paz del entorno. Ochocientos sirvientes me acompañaban para derretir la nieve con mecheros y que no resbalase. Bueno, en realidad eran setecientos noventa y nueve porque despedí a uno. El muy traidor intentó darle el mechero al lobo a cambio de turrón.
   El río Yukón está plagado de salmones y estaba claro qué iba a comer. ¿lo adivináis? ¿No? ¡Pues salmón! Un salmón magnífico pescado en los bravos ríos noruegos y que lanzaban en paracaídas desde un Antonov.
   La siesta era obligada, pero como me costaba un poco pillar el sueño, tenía en el cobertizo a cuarenta y tres actores que interpretaban para mí películas "basadas en hechos reales". Oye, mano de santo.
   Me despertaba a media tarde y el cuerpo me pedía salir a tomarme una copa y ver algo gracioso. Me acercaba al río, que traía agua en abundancia y muy fría. Allí tenía a David Meca y lo tiraba al río. ¡Qué risa! El pobre trataba de salir y no podía. Ya, ya, pensaréis que soy muy cruel, pero os voy a sorprender: un poco más abajo había una red y El David era rescatado y reanimado por mi amigo, el doctor House. ¿Os dais cuenta? En el fondo no soy tan malvado.
   Ya llega la noche y es hora de dormir y, como es tierra de osos, nada mejor que hacerlo abrazado a mi osito de peluche Yogui.
   Pues así pasé muchos años, alejado de la civilización y en pleno contacto con la naturaleza salvaje.
Y, a grandes rasgos, esta es mi historia en el río Yukón.
   -Señor Malasombra.
   -¿Ahora qué pasa?
   -Que vuelven a manifestarse con una pancarta que pone: ¡VAYA MIERDA DE HISTORIA!
   -¿Están enfadados?
   -Muchísimo, señor.
   -¡Que maravilla!

domingo, 8 de febrero de 2015

Malasombra, poeta.

   Bueno, hombre, bueno. Pues aquí estoy después de meses de ausencia. Me disculparía, pero no me da la gana. Mi valiosa presencia en mi blog tiene un objetivo: quejarme. El "moñas" del Santi escribe poesías o eso dice él, la verdad es que a mí me parecen una sarta de chorradas, y yo me he propuesto hacer lo mismo para demostrar que mi cerebro es muy superior al suyo...y al vuestro, claro.
   El Santi habla de sentimientos...¡Un segundo! Vomito un poco y vuelvo...

   10 minutos más tarde.

   ¿Por dónde iba? ¡Ah! ¡Sí! Sentimientos y tal. Yo sí que voy a escribir algo bonito. Ahí voy...

Guantazos a granel
que saben a miel.
Patadas en la entrepierna
para todo el que gobierna.
Ajos caducados
para el fumador 
de ducados.
Semanas sin ducha
para ahorrar
y llenar la hucha.
Tiernas amenazas
cortando dedos
con tenazas.
Alimenta el boicot
dando al vegetariano
entrecot.
Al que sonría
ponle el pie
en una vía. 
Respeta la maldad
y una paliza
al que venda
bondad.

   ¡Joer! ¡Qué bonito! No me veis, pero estoy llorando a lágrima viva. ¡Buaaaaaaaaaaaaaaa!
¡Buaaaaaaaaaaaa! ¡Buaaaaaaaaaaaa! 
   Desconocía el increíble talento que tengo para la poesía. A ver, ¿qué premios de poesía son más importantes? ¿El premio de poesía Ciudad de Cuenca? Pues hacía allí miro...¿Qué? ¿A qué vienen esas risas? ¡Qué no os riáis, coño! Pues me enfado y me voy...