viernes, 15 de mayo de 2015

B.B. King y Lucille


 ¡B.B. King ha muerto! ¡Viva B.B. King!

 No llores, amiga Lucille. ¿Sabes? Muchos lo haremos por ti, aquí en la tierra.

   Tu alma también está en el cielo con tu padre, para que allí puedan volar tus notas de blues y para que sus manos puedan bailar contigo. Seguramente el gran Robert Johnson abandone el infierno y se una a vosotros y, ¿quién sabe?, la gran Etta James podría aportar su poderosa voz. Entre el público, un tal Jimi Hendrix sube al escenario y os reta a un duelo y un par de muchachas se acercan a Etta y cantan con ella, Janis Joplin y Amy Winehouse creo que se llaman. El cielo y los infiernos se rinden ante vosotros. El blues es triste y desgarrado, sensual y cruel. Es la banda sonora de los corazones rotos y, sin embargo, la sonrisa nunca abandonó a tu padre.
   Amiga Lucille, dale las gracias por la música que nos deja, por las veces que me ha rescatado en mis malos momentos y por las veces que me ha acompañado en los buenos. A nosotros se nos ha ido un hombre, pero la humanidad ha ganado una leyenda que nos acompañará para siempre.
   Amiga Lucille, dale las gracias de parte de este tipo que te escribe entre lágrimas mientras en mi viejo tocadiscos da vueltas un vinilo que me regala, una vez más, el más bello de los sonidos.



 

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