domingo, 14 de febrero de 2016

Malasombra y San Valentín

   Buenas lo que sean desde este programa de entrevistas que presento y dirijo con maestría. Hoy, como no podía ser de otra forma hemos invitado a San Valentín. Sí, ya sé que pensaréis que no puede ser porque lleva dieciocho siglos muerto, pero no me importa pipipi porque tengo torta pipipi vamos de paseo pipipi en un auto feo pipipi...
   ¡Malasombraaaaaaaaaaaaaaa, céntrate!
   Vale, vale. Pues como decía, como no está vivo, he viajado en el tiempo a la época romana y he grabado esta entrevista.
   -¿Qué pasa, Valen?
   -Hola, Malasombra.
   -Bueno, lo primero es saber un poco de tu historia, ¿a qué te dedicas exactamente?
   -Ahora estoy en la clandestinidad y caso a los soldados a espaldas del emperador. 
   -¿Y lo haces en silencio o qué? Porque vamos a ver, un boda es un poco ruidosa y el emperador en algún momento se dará la vuelta al oír jaleo...
   -No, hombre, no, es una forma de hablar, no es literalmente a sus espaldas, es más bien a escondidas.
   -¡Ah! Pues con todo respeto, háblame claro o te reviento. 
   -Perdona, Malasombra, olvidaba que tú conocimiento de las metáforas aplicadas al lenguaje es exiguo.
   -No he entendido nada, pero continuemos con la entrevista. ¿Porqué no te dejan casar a los soldados?
   -Dice el emperador que los soldados solteros se entregan más en las batallas porque no piensan en su familia. 
   -Pues tiene lógica.
   -Ya, pero el amor es más importante que la guerra.
   -Jajajajajajajajaja...¿En serio? Es la chorrada más grande que he escuchado en mucho tiempo.
   -Eso es porque no conoces el amor, Malasombra.
   -No, ni me apetece. 
   -Puedo ayudarte a entenderlo. ¿Aprecias la belleza de una rosa?
   -Aprecio más las espinas.
   -¿Y el canto de una ninfa del bosque?
   -Prefiero el rugido de un lobo cuando atrapa a su presa.
   -¿Y las dulces rimas de un poeta enamorado?
   -Prefiero el chasquido de un látigo.
   -Bueno, Malasombra, veo que no tienes sensibilidad.
   -Espera, Valen, ¿no pensarías en serio que ibas a convertirme en un "moñas"?
   -Mi deber era intentarlo.
   -Me acabo de enfadar y doy por terminada la entrevista. ¡Qué te den!
   -Eso también es amor.
   -¡Qué gracioso! ¡Ya me vengaré!

   Evidentemente, esta afrenta no podía quedar así. Encontré a un romano y le pregunté:
   -A ver, romano, ¿quién manda aquí?
   -El emperador Claudio II, señor.
   -¿Dónde vive?
   -Pues siga recto y al llegar a la rotonda gire a la derecha, verá una fuente y detrás hay una calle ancha, siga por ella y en la segunda intersección...
   -Déjalo, romano, pillaré un taxi.
   
   El taxista me llevó a la casa de emperador y toqué el timbre. Salió el hombre ese y le pregunté:
   -¿Es usted Claudio II?
   -Sí, ¿qué desea? 
   -Verá, conozco a un tipo llamado Valentín que está casando a los soldados y sé que es ilegal. Se lo comento por si puede usted castigarlo o algo. 
   -Gracias por la información. Lo mismo el 14 de febrero le corto el cuello.
   -Bueno, usted haga lo que tenga que hacer. Por cierto, se llama usted igual que un gallo que conozco, pero esa es otra historia. 
   -Bien, señor, que tenga un buen día.
   -Acaba de serlo. Hasta otra, Claudio II.

   Queridos amiguitos, ya estoy en el siglo XXI. Con la satisfacción de haber contribuido a la humanidad al convertir en mártir a aquel tipo. Así podéis seguir con la tontería esa del día de los enamorados. Si no fuera por mí, no existiría ese día. No hace falta que me deis las gracias. Si os portáis mal de vez en cuando me consideraré pagado.

Santi Malasombra 
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2 comentarios:

  1. Me lo imaginaba pero no me atrevía a admitirlo. Así que también Vos, Excelencia..., sois el causante de que el fantasma del Valen, siga cometiendo tantas tropelías 14 siglos después. Una jugada maestra, dos pájaros de un tiro:no sólo os deshacéis de un rival, sino que lográis unirlo a la causa.
    Maldad tenéis...

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