domingo, 29 de mayo de 2016

True Malasombra

     Mi consejero espiritual y amigo Homer me pidió que pasase la noche en su casa para cuidar de Lisa, que había invitado a unas personas a su casa para debatir no se qué e iba a estar sola. Homer tenía que ir al bar de Moe, Marge estaba de viaje buscando cortinas con dibujos de mazorcas, Bart estaba con Milhouse cazando gamusinos y Maggie tenía botellón con unos colegas.
    La noche fue interrumpida por un grito de socorro que provenía de la habitación de Lisa. Todos los invitados acudimos a ver lo que había pasado. Lisa estaba sentada sobre su cama y señalaba un cajón abierto y vacío. Alguien entró en la estancia y le había robado su collar de perlas.
   -Bien- dije con voz calmada y mi pijama de rayas- reúnanse todos en el salón: sé quién es el ladrón.
   A los diez minutos todos estaban sentados y esperando el resultado de mis pesquisas. Además de la víctima, Lisa Simpson, estaban presentes la señora Alpargati, el señor Belloto, la señora Calamarda, el señor Yoda y yo mismo.
   -Comencemos analizando los hechos: alguien le ha robado el collar a la señorita Lisa y si no está dispuesto a confesar inmediatamente revelaré su identidad. Señora Alpargati, ¿dónde se encontraba cuando se produjo el robo?
   -Señor Malasombra, estaba quitándome el maquillaje para dormir.
   -Su habitación es la más cercana al lugar de los hechos, ¿vio algo inusual?
   -Pues no, me sorprendió el grito de Lisa y acudí inmediatamente.
   -Ya, pero usted fue la última en llegar a pesar de ser la persona que más cerca estaba.
   -Es difícil correr con zapatos de tacón.
   -¡Interesante! ¿no se quita los zapatos para desmaquillarse?
   -Bueno, es que...
   -¡Silencio! Señor Belloto, ¿qué estaba haciendo usted?
   -Yo estaba leyendo en la cama.
   -¿Qué leía?
   -El libro gordo de Petete.
   -Tengo entendido que su situación financiera no es buena. Tal vez le vendría bien vender el collar para obtener algo de dinero.
   -¡Yo no he robado nada!
   -Así te va, ¡pringao! Señora Calamarda, veo que sigue vestida por lo que deduzco que no estaba acostada, ¿dónde estaba?
   -Dando un paseo por el jardín porque no tenía sueño.
   -¿Esperando que todos durmieran para dar el golpe?
   -¡Pues claro que no! ¡Soy rica! No voy a robar un collar que apenas tiene valor.
   -Por último, señor Yoda, ¿qué hacía usted?
   -Sacando punta al sable láser estaba.
   -¡Hombre! ¡No sea guarro! ¡Que usted no es un adolescente!
   -Poderoso por la fuerza soy, pero ligar difícil es: feo soy.
   -Bueno, ya tengo toda la información que necesito y estas son mis conclusiones:
   La señora Alpargati no fue porque sus zapatos de tacón harían ruido y lo lógico habría sido llevar zapatillas. La señora Calamarda no tiene necesidad por su inmensa fortuna. El señor Yoda no cree en las posesiones materiales. Pero el señor Belloto está en la ruina y lo de que estaba leyendo el libro gordo de Petete no se lo cree nadie. Está clarísimo...
   -¡Perdón, señor Malasombra!
   -¿Qué ocurre, Lisa?
   -Se va a reír usted, pero acabo de darme cuenta de que llevo puesto el collar. Se ve que no me lo quité para dormir.
   -¿Cómo? ¿En serio? ¡ME CAGO EN TO LO QUE SE MENEA! ¡CON LO BIEN QUE IBA!
   Escúchame, niñata, ya me caías mal por lo repipi que eres, que podrías molar como tu padre, Homer, o como tu hermano Bart, pero no, la niña siempre poniendo cordura. ¡VETE A LA MIERDA! Aparte del bajonazo que provocas cada vez que sales por la tele, ahora me fastidias este momento mágico.
   -Malasombra, calmarte debes, el odio apoderarse de ti puede.
   -¡VETE A LA MIERDA, YODA! ¡ Y HABLA BIEN! ¡JOER YA!
   ¡TÚ, BELLOTO! ¡ERAS MI SOSPECHOSO Y ERES INOCENTE, PERO ME DA IGUAL! ¡TE VOY A REVENTAR A GUANTAZOS!
   -Pero si yo...
   -¡NADA! ¡VEN AQUÍ! ¡NO CORRAS!
 
   ¿Y VOSOTROS, QUÉ? ¡SÍ, SÍ, VOSOTROS QUE ESTÁIS LEYENDO! ¡DEJAD DE LEER ESTO O SALGO DEL ORDENADOR Y HARÉ QUE "LA MATANZA DE TEXAS" PAREZCA UN CUENTO INFANTIL!

   Santi Malasombra

domingo, 15 de mayo de 2016

Huelga neuronal

   -Capitán, reúna a las tropas.
   -A la orden, Coronel.
 
   ¡Todas las neuronas a formar!

   -Mi coronel, ya están reunidas.
   -Son muy pocas, ¿no?
   -Es que tuvimos muchas bajas y sobrevivir en el cerebro de Santi es cada vez más complicado.
   -Bueno, haremos lo que podamos.
 
   -Neuronas, se nos presenta una misión importante. Nuestro líder quiere escribir y nos necesita. debemos ponernos a trabajar enseguida. ¿Alguna idea?
   -Mi coronel, es que nos maltrata y hemos decidido ponernos en huelga.
   -¿Cómo que en huelga? ¡Las neuronas no tenéis ese derecho!
   -Pues vamos a luchar y hemos decidido acampar en el lóbulo frontal.
   -Bueno, venga, razonemos y busquemos una solución. ¿Qué os molesta especialmente?
   -Verá, Coronel, nosotras intentamos transmitir mensajes bonitos y agradables y el tío este lo único que hace es escribir chorradas y tonterías. ¡No es justo!
   -Eso no tiene sentido. Vosotras sois las que mandáis las palabras. ¿No tendréis algún traidor?
   -Sospechamos que sí, pero no tenemos pruebas.
   -A ver, la neurona mensajera, ¿quién es?
   -Soy yo, Coronel, ¿qué pasa?
   -¿Estás segura de que entregas las letras correctamente?
   -¡Por supuesto que no!

   ¡Traidora! ¡Traidora! ¡Traidora!

   -Un poco de calma, por favor, ¿admites que no haces bien tu trabajo?
   -Yo creo que lo hago perfectamente. Soy la neurona representante de Malasombra y no puedo permitir que lleguen al papel las moñadas del Santi, Que si verdes prados, que si brisa de mar, que si lluvia sobre cuerpos de mujer...¡Qué asco! Mis compañeras, por llamarlas de algún modo, están al servicio del Santi, pero yo no y soy mucho más poderosa que ellas. Por cierto, Coronel, ¿a usted quién le ha nombrado jefe de esto?
   -¡Un respeto! ¡Me nombró el Santi!
   -Pues me da que pronto pasará a la reserva y asumiré yo el poder neuronal.
   -¡Eso jamás! ¡Este acto de indisciplina será castigado!
   -Ya, ya, voy a hacer una llamada.

   -¿Está el cerebelo?
   -¿De parte de quién?
   -Soy la Neurona Malasombrina.
   -Hola, ¿puedo ayudarte?
   -Sí, mira, ordena a los músculos que el Santi se dé unos cuantos cabezazos contra una pared, que hay unas cuantas neuronas que sobran.
   -¿Otra vez? ¡Jo! Algún día se nos va a ir la mano.
   -Bueno, tampoco se perdería gran cosa.
   -Eso es verdad. Venga, lo hago y a ver si nos vemos para tomar unos chupitos o algo.
   -Nos vemos, Cere.

   ¡CLOC! ¡CLOC! ¡CLOC!

   -A ver, las neuronas que hayan sobrevivido que se larguen del lóbulo frontal y ya os llamaré si quiero algo de vosotras. Y tened claro que a partir de ahora mando yo y punto.

   Pues nada, que pensaba escribir un post, pero no ha sido posible. Lo que no entiendo es porqué me duele la cabeza. Me tomaré un calmante y lo intentaré otro día...

Santi Malasombra
   -
 

domingo, 8 de mayo de 2016

Malasombra el bueno

   Pues me levanté de la cama con una extraña sensación. Sentí unas asquerosas ganas de hacer el bien, pero como no estoy acostumbrado necesitaba una idea. Afortunadamente mi privilegiada inteligencia enseguida encontró la solución: abriría una tienda de regalos.
   Ya estaba en mi nueva tienda cuando entró la primera clienta.
   -Buenos días, señorita, ¿qué desea?
   -Verá, estaba buscando un regalo para el cumpleaños de mi hermana. He visto una cajita de música en el escaparate, ¿cuál es su precio?
   -Tiene usted muy buen gusto. Es una cajita hecha en madera de caoba con incrustaciones artesanales de oro. Su precio original es de 200€, pero estamos celebrando "el día feliz" y se lo dejo por 10€.
   -¿En serio?
   -Totalmente en serio y, ¿no le gustaría algo para usted? Tenemos unos joyeros magníficos y están rebajados un 95%.
   -¡Oh! Pues mire, me llevaré uno.
   -¡Perfecto! Son 15€ en total.
   -Aquí tiene y muchas gracias, me alegró el día.
   -De eso se trata, señorita, que tenga un día maravilloso.

   Enseguida llegó un caballero con una niña y preguntó por una figura de bronce para su despacho.
   -Caballero, el precio de esa figura está rebajado por hoy: se la dejo por 3€.
   -¡No puede ser! ¿Es falsa?
   -¡Claro que no! Es bronce auténtico y su valor real supera los 100€, pero hoy es un día especial.
   -Pues me la quedo.
   -¡Perfecto! Por cierto, esa niña tan guapa que le acompaña, ¿es su hija?
   -Pues sí.
   -¿Qué le parecería comprarle la colección completa de películas de Disney por 2€ más?
   -¿Cada Blue-Ray?
   -No, no, por todos.
   -Está bien, me la quedo.
   -Son 5€ en total, señor. Además le regalo un pisapapeles de plata para su despacho y un neceser para viaje.
   -¡Esto es increíble! ¡Muchas gracias!
   -No hay porqué darlas y disfrute del día.

   En fin, que parece que se fue corriendo la voz y la tienda se llenó de clientes. A media mañana lo había vendido todo. Y para que veáis lo buena persona que soy no voy a aburriros contando todas y cada una de las ventas, pero fueron más o menos como las dos primeras.
   Lo único que me faltaba es hacer cuentas. Vendí mercancía valorada en 12.000€ por poco más de 300€, suficiente para una buena mariscada.
   Y allí estaba, en el restaurante disfrutando de los bichos esos del mar cuando decidí poner la guinda al pastel en ese día en el que decidí ser bueno: me faltaba hacer una llamada de teléfono:
   -112 ¿tiene algún problema?
   -Verá, he estado en una tienda de regalos y no me pregunté cómo lo sé, pero alguien ha maniatado  a los propietarios y los ha encerrado en la trastienda. Tal vez debería mandar a la policía o algo para que no les pase nada malo. Le doy la dirección...
   -Nos ponemos en marcha, señor. ¿Le puedo preguntar su nombre?
   -El gran Malasombra nunca da su nombre en una llamada anónima, ¿es usted tonto o qué? ¡Vayan a la tienda!
   Al final el operador del 112 me ha enfadado.
   ¡Es que no se puede ser bueno! ¡Me vengaré!

   Santi Malasombra

domingo, 1 de mayo de 2016

Hijo de Buda

   Estoy en una de esas etapas raras y me he acercado a uno de esos tipos calvos con túnica naranja y después de pegarle, por supuesto, se la he robado. Ahora voy a ver de qué va este rollo. Lo primero que necesito es una cosa de esas formadas por muchos papeles con letras que van unidos y forman algo que los culturetas llaman libro. Entro en una librería y le pego al señor que vende esas cosas. Le pregunto, pero no puede contestarme. Es que a veces soy tonto. Tendré que probar en otra y preguntar primero. Así lo hago y me dice que tiene algo llamado "Introducción al budismo". Pues me vale. Ahora que lo tengo ya le puedo pegar.
   Bueno, pues ya estoy en mi castillo. A ver qué dice el libro.

   Existen cuatro nobles verdades:

   1. La vida es sufrimiento.
   Se sufre con las enfermedades y el dolor físico. También se sufre con el dolor mental: miedo, decepción, ira, etc.
   Lo que Buda dice es que también hay felicidad y que se puede encontrar venciendo al sufrimiento.

   Pues nada, vamos a experimentar a ver si es verdad. Precisamente siempre tengo a mano un buen látigo y una buena remesa de prisioneros en mis mazmorras.
   -A ver, señor prisionero, le voy a encadenar a la pared y luego le daré trece latigazos. Lo que debe hacer usted es vencer al sufrimiento y conseguir la felicidad.
   -Pero, señor Malasombra, yo no he hecho nada. Ni siquiera sé porqué me tiene encerrado.
   -Le encerré porque le vi pidiendo una cerveza sin alcohol en un bar, pero vayamos al tema.
   Después de los latigazos pregunté al señor prisionero.
   -¿Es usted feliz? ¿Ha vencido al sufrimiento?
   -¡Ahhhh! ¡Qué dolor! ¡No me pegue más!
   En fin, parece que esto no funciona. Vayamos a por la segunda noble verdad:

   2. El sufrimiento es resultado de los deseos y de la ignorancia.
   Se desean cosas y, cuando se consiguen, nos centramos en otros deseos debido a nuestro egoísmo y así estamos siempre atados a conseguir algo. Se alcanza El Nirvana cuando no hay deseos.
   Por otra parte, no conseguir los deseos nos lleva a la frustración y a la ira.
 
   Mira, pues esto puede ser mi camino. Yo sólo tengo un deseo: conquistar el mundo y someter a los humanos. Cuando lo consiga me planto y ya no desearé nada más. Lo mismo El Nirvana ese está más cerca de lo que pienso. Además, mientras no lo consiga podré seguir disfrutando de la ira que, digan lo que digan, es un sentimiento muy bonito y que me ha dado grandes días de gloria.
   A ver qué dice la tercera noble verdad:

   3. Se puede superar el sufrimiento.
   Para alcanzar la felicidad hay que conocer las causas de nuestro sufrimiento, neutralizarlas y orientarnos para superarlo.

   Hombre, no sé si volver a traer al señor prisionero será buena idea. Incluso a mí me resulta un pelín excesivo. Venga, experimentaré con otro.
   -Señor prisionero, antes de que pregunte ya le digo que lo encerré porque el jueves pasado usted dijo en mi presencia que era "juernes". Le ataré a la pared, le azotaré y luego le preguntaré.
   -Pero yo...
   -Ni pero ni pera...
   Después de unos cuantos azotes bien dados, pregunté:
   -¿Está sufriendo?
   -¡Sí!
   -¿Cuál es la causa de su sufrimiento?
   -¡Los azotes!
   -¿Puede neutralizarlos?
   -¡No! ¡Estoy atado! ¡Hijo de p...!
   -¡Qué mal hablado es usted! ¡a ver si aprende educación!
   Pues no sé yo si esto del budismo es buena idea. Parece que tiene lagunas, pero ya que estamos vamos a por la cuarta noble verdad:
   
   4. El noble camino óctuple.
   Se puede alcanzar la sabiduría siguiendo este camino y su representación es la rueda del dharma.
   Hay ocho pasos que hay que seguir, aunque no necesariamente en orden.
   1.Visión o comprensión correcta.
   Bueno, lo mismo que en el psicotécnico que hay que hacer para el carnet de conducir. Es decir, que a los conductores ya les homologan este paso los señores budistas.
   2. Pensamiento o determinación correcta.
   Cuando pienso en maldades tomo el camino correcto para llevarlas a cabo. Por ejemplo: un día de lluvia pienso que sería divertido salpicar a los que van por la acera y tengo la determinación de coger el coche y llevar a cabo el pensamiento.
   3. Hablar correcto.
   Pues ya sabemos que no hay que buscar budistas en "Hombres, mujeres y viceversa".
   4.Actuar correcto.
   Esto sí lo cumplo: cuando entro en una tienda de discos y veo que venden "música" de Bieber, Maná, Coldplay o Alborán, robo los discos y les meto fuego.
   5. Medio de vida correcto.
   Cada vez me acerco más al Nirvana ese. Me gano la vida con actividades tan gratificantes como  la estafa, el chantaje, la extorsión...Y todas las llevo a cabo correctamente.
   6. Esfuerzo correcto.
   Evidentemente. Nada se consigue sin esfuerzo. Cuando le pego a alguien no lo hago tirado en un sofá. Bueno, a veces ordeno que lo hagan mis esbirros, pero lo normal es que lo haga personalmente.
   7. Estar presente o consciencia del momento correcta.
   Este está claro. Cuando hago una maldad intento estar presente para divertirme. Sería una lástima perderme esos bonitos momentos en los que, por ejemplo, hago que un alérgico a la lactosa se tome un vaso de leche.
   8. Concentración o meditación correcta.
   Me da a mí que esto sí que me supone un problema. Yo soy incapaz de estar concentrado: mientras escribía este post me he levantado del ordenador varias veces a perseguir una mosca, he llamado a la Guardia Civil para denunciar al árbitro que ayer expulsó a uno del Betis, he hecho una espada láser en punto de cruz, he cocinado lentejas, he leído las tres primeras páginas de siete libros, me he cortado las uñas del pie izquierdo, he visto el final de "Dos tontos muy tontos", he cambiado los muebles de sitio, he salido a la calle con mi tirachinas y he roto cuatro cristales, he ido al chino y me he comprado un peine, he subido a un árbol a gritar como Tarzán, he regado las macetas de la terraza y he tirado el agua sobrante a un señor que pasaba por debajo...bueno, como he fallado, también le tiré la maceta, me detuvieron por agresión, me llevaron a juicio, alegué que fue un accidente y me absolvieron y, por último, me volví a sentar ante el ordenador para escribir. En fin, lo que se dice un domingo de rutina.

   Bueno, damas y caballeros, espero que os haya servido esta guía para ser budista. Pero sobre todas las cosas recordad siempre que:
   La solución a los problemas no está en el fondo de una jarra de cerveza: está en la jarra llena.

   Santi Malasombra