domingo, 15 de mayo de 2016

Huelga neuronal

   -Capitán, reúna a las tropas.
   -A la orden, Coronel.
 
   ¡Todas las neuronas a formar!

   -Mi coronel, ya están reunidas.
   -Son muy pocas, ¿no?
   -Es que tuvimos muchas bajas y sobrevivir en el cerebro de Santi es cada vez más complicado.
   -Bueno, haremos lo que podamos.
 
   -Neuronas, se nos presenta una misión importante. Nuestro líder quiere escribir y nos necesita. debemos ponernos a trabajar enseguida. ¿Alguna idea?
   -Mi coronel, es que nos maltrata y hemos decidido ponernos en huelga.
   -¿Cómo que en huelga? ¡Las neuronas no tenéis ese derecho!
   -Pues vamos a luchar y hemos decidido acampar en el lóbulo frontal.
   -Bueno, venga, razonemos y busquemos una solución. ¿Qué os molesta especialmente?
   -Verá, Coronel, nosotras intentamos transmitir mensajes bonitos y agradables y el tío este lo único que hace es escribir chorradas y tonterías. ¡No es justo!
   -Eso no tiene sentido. Vosotras sois las que mandáis las palabras. ¿No tendréis algún traidor?
   -Sospechamos que sí, pero no tenemos pruebas.
   -A ver, la neurona mensajera, ¿quién es?
   -Soy yo, Coronel, ¿qué pasa?
   -¿Estás segura de que entregas las letras correctamente?
   -¡Por supuesto que no!

   ¡Traidora! ¡Traidora! ¡Traidora!

   -Un poco de calma, por favor, ¿admites que no haces bien tu trabajo?
   -Yo creo que lo hago perfectamente. Soy la neurona representante de Malasombra y no puedo permitir que lleguen al papel las moñadas del Santi, Que si verdes prados, que si brisa de mar, que si lluvia sobre cuerpos de mujer...¡Qué asco! Mis compañeras, por llamarlas de algún modo, están al servicio del Santi, pero yo no y soy mucho más poderosa que ellas. Por cierto, Coronel, ¿a usted quién le ha nombrado jefe de esto?
   -¡Un respeto! ¡Me nombró el Santi!
   -Pues me da que pronto pasará a la reserva y asumiré yo el poder neuronal.
   -¡Eso jamás! ¡Este acto de indisciplina será castigado!
   -Ya, ya, voy a hacer una llamada.

   -¿Está el cerebelo?
   -¿De parte de quién?
   -Soy la Neurona Malasombrina.
   -Hola, ¿puedo ayudarte?
   -Sí, mira, ordena a los músculos que el Santi se dé unos cuantos cabezazos contra una pared, que hay unas cuantas neuronas que sobran.
   -¿Otra vez? ¡Jo! Algún día se nos va a ir la mano.
   -Bueno, tampoco se perdería gran cosa.
   -Eso es verdad. Venga, lo hago y a ver si nos vemos para tomar unos chupitos o algo.
   -Nos vemos, Cere.

   ¡CLOC! ¡CLOC! ¡CLOC!

   -A ver, las neuronas que hayan sobrevivido que se larguen del lóbulo frontal y ya os llamaré si quiero algo de vosotras. Y tened claro que a partir de ahora mando yo y punto.

   Pues nada, que pensaba escribir un post, pero no ha sido posible. Lo que no entiendo es porqué me duele la cabeza. Me tomaré un calmante y lo intentaré otro día...

Santi Malasombra
   -
 

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