lunes, 19 de marzo de 2018

Día del padre

   Querido papá:
   Escribo esta breve carta para decirte lo orgullosa y agradecida que estoy por todos los momentos felices que me has regalado.
   Recuerdo cuando me dijiste que pegar a mis compañeros de guardería estaba bien y que era mi obligación robar sus juguetes para romperlos.
   Recuerdo cuando me castigó la cuidadora y tú la secuestraste para que pudiese torturarla. Sus gritos de dolor fueron como música para mis jóvenes oídos.
   Recuerdo cuando me expulsaron del colegio y me ayudaste a quemar el edificio. Aquel fuego fue lo más bonito que jamás he visto.
   Recuerdo el revolver que me regalaste cuando cumplí seis años y como jugábamos a la ruleta rusa con los tipos que tú secuestrabas para mí.
   Recuerdo aquella hucha que me diste para meter en ella el dinero que conseguí con mi primer atraco y como tus ojos casi se emocionan cuando te conté que había dejado tres heridos y que la policía no me había pillado.
   Recuerdo emocionada tu mirada de orgullo cuando con ocho años te dije que había dejado atrás los atracos y que quería dedicarme a cosas más productivas como el chantaje y la extorsión.
   Recuerdo como me enseñaste a manejar armas, a forzar cerraduras, a traicionar a mis amigas del colegio, a falsificar tu firma cuando me daban las notas, a colocar cocaína en los coches de los profes que me suspendían para luego dar el chivatazo a la policía.
   Recuerdo la primera vez que te estafé y como me pillaste, pero no dijiste nada para hacerme creer que lo había conseguido.
   Recuerdo las noches que pasábamos juntos al calor de la chimenea mientras quemábamos libros y obras de arte que tú robabas de los museos.
   Recuerdo aquellas mañanas que salíamos juntos a pescar tiburones para luego soltarlos en la playa y como llorábamos de risa cuando mordían a los que se bañaban.
   Pronto cumpliré diez años y he de decirte que no puedo ser más feliz de lo que soy. Sé que no te gusta que hable bien de nadie y que probablemente me castigarás por hacerte tantos cumplidos, pero asumiré las consecuencias y te prometo que seré muy mala el resto del año.

   Tu hija, Malasombrita.