domingo, 24 de mayo de 2015

Elecciones en el reino de Malasombra

   Pues no sé, pero parece que esta de moda la cosa esa de las elecciones. En mi reino no son necesarias porque mando yo y punto, pero como me aburro voy a montar unas. Lo primero la lista electoral:
   1. Malasombra.
   2. La madrastra de Cenicienta.
   3. Hannibal Lecter.
   4. Freddy Krueger.
   5. Norman Bates.
   6. Jack Torrance
   7. Chucky
   8. Cruella de Vil.
   9. Doctor Maligno.
 10. El que mató a la madre de Bambi.
 11. Maléfica.
 12. Dora, la exploradora.
 13. Heidi.

   Lógicamente debo elaborar un programa electoral para que mis súbditos sepan a qué atenerse:
 
   EDUCACIÓN
      No es necesario que sepáis nada de cultura, ciencias ni nada que pueda distraeros de la misión más importante de vuestras vidas: servirme a mí sin rechistar. Lo único que debéis saber es decir "Sí, señor".
   SANIDAD
       Aquel que tenga algún problema de salud será arrojado al foso de las lagartijas.
   ECONOMÍA
        ¿Para qué? no necesitáis nada. Yo os proporciono techo, agua y pan de gasolinera del día anterior.
   SEGURIDAD
       En mi reino la delincuencia está bien vista. No debéis avergonzaros de ejercerla siempre y cuando yo no sea la víctima.
   JUSTICIA
       Será igual para todos: inexistente.

    Por último, alguna promesa para que me voten:

       Súbditos, os prometo que si salgo elegido reinaré con la misma mano dura que hasta ahora. Además, os prometo que tendréis una hora libre cada trimestre y cerveza gratis como último deseo antes de morir.

   Pues ya está. Instalé una urna y obligué a mis súbditos a votar mi candidatura. Un asesor me dijo que a unas elecciones debería presentarse alguien más. ¡Qué gracioso! ¿Quién iba a osar enfrentarse a mí?

   El resultado fue el siguiente:
 
   Votos emitidos: 8976
   Votos para Malasombra: 8975
   Votos en blanco: 1

   ¿Quién ha votado en blanco? No descansaré hasta descubrirlo y mi venganza será brutal. Como castigo, todos mis súbditos sufrirán las consecuencias y estarán obligados a ver una y otra vez el festival de Eurovisión hasta que aparezca el traidor.

   De todas formas estoy contento. Es muy gratificante saber que tu pueblo te quiere.

     

domingo, 17 de mayo de 2015

Malasombra y el Joshua Tree

   Hay días en los que es mejor no levantarse de la cama. Estaba tan tranquilo cuando me entero de una terrible y espeluznante noticia. Desde entonces estoy sufriendo muchísimo. Cuando sufrís vosotros yo me río mucho y disfruto. Lo justo sería que ahora os cachondeaseis de mí, pero no lo voy a consentir y si alguien lo hace, me vengaré y tal.
   Resulta que hace unos meses me quedé sin leña para la quema mensual de libros de Paulo Coelho. Bueno, seguro que algunos pensaréis que está mal porque escribe cosas bonitas y eso, pero precisamente ese es el motivo. El caso es que tuve que salir a buscar algo de madera para la hoguera.
   Muy cerquita de mi cueva (Sí, ya sé que en algunas historias anteriores digo que vivo en un castillo, pero si estáis buscando coherencia, por lo que sea este no es el sitio para encontrarla). El comentario entre paréntesis me ha quedado muy largo. Comienzo de nuevo: muy cerquita de mi cueva hay una carpintería y entré a preguntar. Me dijo el señor carpintero que tenía unos restos para quemar y que, incluso, me los regalaba. ¡Demasiado fácil! Algo buscaba y como medida preventiva le pegué y salí huyendo.
   856 kilómetros después paré de correr y me encontré frente a una tienda de discos, entré y compré todos los que tenía del Bieber para que le hiciesen compañía a los libros del señor Coelho, pero al salir vi lo que estaba buscando en un póster que tenían en la pared: ¡Un palo! ¡Un palo! ¡Un palo! Bueno, en realidad era un árbol, pero me hacía ilusión hacer el chiste del palo ahora que está desfasado. Esto es lo que vi:


   Con mi habitual amabilidad le pregunté al dependiente mientras lo cogía del cuello:
   -¿Dónde está ese árbol, imbécil?
   -Phgggfffhgghg- contestó él, mientras su cara se ponía cada vez más roja.
   Sospeché que lo mismo debía dejar de estrangularlo para entender lo que decía y así fue. Soy tan inteligente que me asusto a veces.
   -Es el árbol de U2, el famoso Joshua Tree que apareció en el disco del mismo nombre y que está en el desierto de Mojave, California.
   -Bien, ahora no te muevas que voy a llamar a un amigo.
   -¡Hoooooooomeeeeerrrr!
   -¡Moskis! ¡Malasombra me llama!- dijo Homer Simpson que pasaba por allí.
   -Hola, Homer, necesito un favor y te lo pagaré con un camión de Duff.
   -¿Qué tengo que hacer?
   -Como tienes experiencia estrangulando a Bart, quiero que sigas con el dependiente que yo tengo que salir de viaje hacia California.
   -Claro que sí, puedes iniciar tu viaje tranquilo.
   -Ya nos veremos un día de estos en el bar de Moe.

   El viaje hasta el desierto de Mojave fue muy duro y, sin duda, una de las peores experiencias de mi vida: el jet privado que me llevó allí no tenía cerveza. El caso es que me encontré con el árbol y me llevé un trozo. Me costó un poco cortarlo porque estuve seis horas intentándolo con un cortauñas hasta que recordé que en la guantera del avión tenía una motosierra que me regaló mi viejo amigo Leatherface (el simpático muchacho de la matanza de Texas).
   Tenía que volver a mi cueva con el tronco, pero no pensaba hacerlo en un avión sin cerveza. Afortunadamente, mi ingenio solucionó el problema y lo cambié por una piragua y una nevera portátil. Por cierto, hasta que llegué al mar fue un poquito incómodo remar por las arenas del desierto, pero estos detallitos sin importancia nunca me han preocupado.
   Por fin estaba mi hoguera en marcha y ya podía quemar los libros de Coelho y los discos del Bieber. ¡Qué maravilla! ¡Qué espectáculo tan maravilloso! Disfrutaba como un niño mientras que algunos medios contaban la siguiente noticia:

  EL JOSHUA TREE DE U2 ATACADO EN EL DESIERTO DE MOJAVE


    "The Joshua Tree", disco publicado por U2 en 1987, cuenta con imágenes tomadas en los desiertos californianos del "Valle de la muerte" y "Mojave". El árbol atacado se ha convertido en un lugar de peregrinación para los miles de seguidores del grupo irlandés. Uno de ellos descubrió en una de sus habituales visitas que le habían cortado un trozo. Se supone que para recuerdo.

   Sí, sí, para recuerdo...Pensaba mientras sonreía por la satisfacción del trabajo bien hecho.

   Pero claro, no todo iban a ser alegrías y he ahí el motivo del enfado y de la desesperación que mostraba al inicio de este post. Hoy me levanto y me encuentro con lo siguiente:

   UN FAN REPARA EL "JOSHUA TREE" DE U2 ATACADO HACE UNOS MESES


   Un fan de U2 llamado George G, pasó toda la noche reparando el árbol dañado. utilizó pegamento y tornillos de anclaje. Además, grabó todo el proceso en vídeo.


Advertencia: el visionado de este vídeo contiene material desagradable que puede herir la sensibilidad del espectador (Es que está ambientado con música de U2). 

   ¿AHORA QUÉ? ¿ENTENDÉIS MI MOSQUEO? VAMOS A VER, GEORGE, ¿NO TE PODÍAS HABER QUEDADO EN CASA TRANQUILITO? ¡IMBÉCIL! ¡ASQUEROSO! ¡GAZNÁPIRO!
¡MELONDRO! ¡BELIEVER! ¡DIRECTIONER! ¡BEBEDOR DE AGUA! ¡SABANDIJA!¡BOBO!
¡GILIÓRGANOSEXUALMASCULINO! ¡ABRAZAFAROLAS! ¡CANTAMAÑANAS! ¡TONTO!

Señor, llévame pronto...


viernes, 15 de mayo de 2015

B.B. King y Lucille


 ¡B.B. King ha muerto! ¡Viva B.B. King!

 No llores, amiga Lucille. ¿Sabes? Muchos lo haremos por ti, aquí en la tierra.

   Tu alma también está en el cielo con tu padre, para que allí puedan volar tus notas de blues y para que sus manos puedan bailar contigo. Seguramente el gran Robert Johnson abandone el infierno y se una a vosotros y, ¿quién sabe?, la gran Etta James podría aportar su poderosa voz. Entre el público, un tal Jimi Hendrix sube al escenario y os reta a un duelo y un par de muchachas se acercan a Etta y cantan con ella, Janis Joplin y Amy Winehouse creo que se llaman. El cielo y los infiernos se rinden ante vosotros. El blues es triste y desgarrado, sensual y cruel. Es la banda sonora de los corazones rotos y, sin embargo, la sonrisa nunca abandonó a tu padre.
   Amiga Lucille, dale las gracias por la música que nos deja, por las veces que me ha rescatado en mis malos momentos y por las veces que me ha acompañado en los buenos. A nosotros se nos ha ido un hombre, pero la humanidad ha ganado una leyenda que nos acompañará para siempre.
   Amiga Lucille, dale las gracias de parte de este tipo que te escribe entre lágrimas mientras en mi viejo tocadiscos da vueltas un vinilo que me regala, una vez más, el más bello de los sonidos.



 

domingo, 3 de mayo de 2015

Malasombra en el Yukón

   ¿Os he contado la historia de cuando estuve en Alaska en el río Yukón? ¿No? Pues no sé si me apetece contarla.
   -Señor Malasombra.
   -¿Qué pasa?
   -Hay una manifestación en la puerta de miles de personas exigiendo que cuente la historia.
   -Bueno, vale, la contaré, pero que los disuelvan con gases lacrimógenos.
   -Con todo respeto, señor, si va a contar la historia supongo que no es necesaria la violencia. Seguro que se marchan pacíficamente al saber que usted accede a su petición.
   -¿Acaso no tengo derecho a divertirme un poco? ¡Gases lacrimógenos he dicho! ¡Obedece!
   -Lo que ordene el señor.

   Desde luego, mi mayordomo no se entera de nada. No lo despido porque conoce mi más íntimo e inconfesable secreto: me gusta beber agua. Evidentemente esto es algo que vosotros jamás conoceréis. Pero vayamos al grano:
   Ya estamos en el silo rodeado de grano de trigo y es el momento de contar mi historia en el río Yukón.
   Todo comenzó el día en el que decidí vivir como un salvaje. Mis increíbles conocimientos de la naturaleza me indicaron que ese río era el adecuado: parajes prácticamente deshabitados, bosques fríos, osos, salmones, lobos, montañas, mucha nieve y una tienda de los chinos cada cien metros. Es perfecto.
   Lo primero que hice fue construirme una cabaña de paja, pero llegó un lobo y la derribó. Si os creéis esto es que sois tan inocentes como creo. Haced una cabaña con fardos de paja y probad a soplar a ver si tenéis lo que hay que tener para destruirla. ¡Joer! Si hasta usan la paja en los circuitos para mitigar los golpes de los vehiculos. De soplar nada, el mamón del lobo vino con un mechero y le prendió fuego.
   Luego construí una cabaña de madera y ahí me establecí. Sí, algunos pensaréis que la madera también arde, pero el lobo se quedó sin gas y no tenía dinero para ir a la tienda de los chinos a comprar otro mechero.
   La vida allí era sencilla y apacible. Cada mañana me despertaba el sonido del helicóptero que me traía un desayuno elaborado en un bar de Pedrafita do Cebreiro, provincia de Lugo. Reconozco que llegaba un pelín frío, pero me aseguraban que era normal después de un viaje de miles de kilómetros.
   Después me sentaba en la puerta para conocer las noticias. Como no me gusta leer, llegaba todas las mañanas un ex-director de "El mundo" a leérmelas. Parece ser que en ese periódico les gusta cambiar de director muy a menudo. A mí me viene bien. Ya me estaba cansando del señor de tirantes.
   Llegaba la hora del paseo por los alrededores para disfrutar de la paz del entorno. Ochocientos sirvientes me acompañaban para derretir la nieve con mecheros y que no resbalase. Bueno, en realidad eran setecientos noventa y nueve porque despedí a uno. El muy traidor intentó darle el mechero al lobo a cambio de turrón.
   El río Yukón está plagado de salmones y estaba claro qué iba a comer. ¿lo adivináis? ¿No? ¡Pues salmón! Un salmón magnífico pescado en los bravos ríos noruegos y que lanzaban en paracaídas desde un Antonov.
   La siesta era obligada, pero como me costaba un poco pillar el sueño, tenía en el cobertizo a cuarenta y tres actores que interpretaban para mí películas "basadas en hechos reales". Oye, mano de santo.
   Me despertaba a media tarde y el cuerpo me pedía salir a tomarme una copa y ver algo gracioso. Me acercaba al río, que traía agua en abundancia y muy fría. Allí tenía a David Meca y lo tiraba al río. ¡Qué risa! El pobre trataba de salir y no podía. Ya, ya, pensaréis que soy muy cruel, pero os voy a sorprender: un poco más abajo había una red y El David era rescatado y reanimado por mi amigo, el doctor House. ¿Os dais cuenta? En el fondo no soy tan malvado.
   Ya llega la noche y es hora de dormir y, como es tierra de osos, nada mejor que hacerlo abrazado a mi osito de peluche Yogui.
   Pues así pasé muchos años, alejado de la civilización y en pleno contacto con la naturaleza salvaje.
Y, a grandes rasgos, esta es mi historia en el río Yukón.
   -Señor Malasombra.
   -¿Ahora qué pasa?
   -Que vuelven a manifestarse con una pancarta que pone: ¡VAYA MIERDA DE HISTORIA!
   -¿Están enfadados?
   -Muchísimo, señor.
   -¡Que maravilla!