El viejo olivo había muerto rodeado de naranjos y limoneros que, como si de soldados en formación se tratara, crecían junto a él. Una bacteria letal había comenzado por secar sus hojas, luego sus ramas y finalmente todo el árbol.
El olivo fue plantado por el bisabuelo de la familia cuando construyó la casa hacía más de un siglo en aquella modesta finca de huerta.
Toda la familia se reunió una mañana para retirarlo. El abuelo cogió de la mano a la abuela y contó a su hijo y a su nuera lo nervioso que estaba la primera tarde que pidió relaciones a la abuela, hija del dueño de la finca.
-Estuve media hora esperando junto al entonces joven olivo y salió el padre de vuestra abuela. Me preguntó sobre mis intenciones y yo le dije casi tartamudeando que era un hombre honrado, trabajador, caballeroso y que pretendía formar una familia. Me contestó que eso estaba muy bien, que tal vez si avanzaba la relación podríamos ir una mañana de caza, porque tenía armas y sabía usarlas.
-El abuelo no se andaba con tonterías -comentó el hijo.
-Desde luego que no, pero lo peor fue el tono. Creo que no he sentido más miedo en mi vida. Luego entró en la casa y salió la abuela. Estaba guapísima. Fuimos al pueblo y nos sentamos en el parque. Antes de anochecer volvimos y nos despedimos junto al olivo con un casto beso.
-Con el tiempo nos casamos -intervino la abuela- y nos mudamos aquí. El abuelo estaba sentado junto al olivo cuando le dije que esperaba un hijo. Ahí estuvo siempre el árbol, siendo testigo de todas las noticias importantes de la familia.
-Es cierto -aseguró el hijo- aquí os dije que tenía novia, más tarde que me iba a casar con ella y finalmente que íbamos a tener una niña, vuestra nieta.
La nieta de apenas tres años correteaba ajena a todo tras el perro de la casa que, pacientemente, aceptaba los juegos de la niña.
-Bueno, es la hora. Se me parte el alma verlo así y cuanto antes lo quitemos será mejor -sentenció el abuelo.
Una motosierra y un tractor hicieron el trabajo y al cabo de un rato sólo quedó un enorme socavón, que fue rellenado con tierra del huerto, y un nudo en el estómago.
Unos días antes, el abuelo había comprado un olivo de apenas dos años en un vivero. Ocuparía el lugar de aquel viejo amigo que ya no estaba. Dejaría reposar un poco la tierra y lo plantaría al día siguiente.
Aquella noche hubo una de las mayores tormentas que se recordaban en el lugar. Fue como una canción de despedida. Llegó la mañana y todos se reunieron para plantar el nuevo árbol. El abuelo estaba triste y la nieta lo notó.
-¿Estás triste, abuelito?
-No, cariño -disimuló el abuelo.
-Yo, cuando estoy triste, me pongo a jugar.
-¿Qué te parece si jugamos a plantar un árbol?
-Sí, sí, sí -se entusiasmó la niña.
El abuelo hizo un pequeño agujero con la azada, sacó el olivo de la maceta y se lo dio a la niña. Ésta lo metió en el hoyo y echó tierra para tapar los huecos.
La pequeña se dirigió a sus padres:
-¡He plantado un árbol! ¡Ahora será mi olivo! -Exclamó mientras saltaba de alegría.
Todos rieron y la niña salió corriendo perseguida por el perro. El hijo se abrazó a sus padres y les dijo que su mujer tenía algo que decirles. Miró al olivo recién plantado, luego a los demás y con una sonrisa deslumbrante anunció lo que casi se le notaba en la cara:
-Estoy embarazada, vais a ser abuelos por segunda vez.
Todos lo celebraron y la abuela miró al olivo.
-Ya tienes una bonita historia que contar, guárdala y no la pierdas.
Un leve soplo de viento movió las ramitas del joven olivo...
Santi Malasombra
Otro maravilloso relato de esta "etapa sería" que espero se extienda durante mucho tiempo, eso sí, no deje de tomarse, don Santiago, la poción que le convierte e Mr. Hyde/Malasombra, les queremos a los dos por igual.
ResponderEliminarSaludos.
SERIA,etapa SERIA, no SERÍA; maldito corrector.
EliminarCuando se tome la pócima, hablamos, que tengo un trabajito para usted 😬
Muchas gracias y tal...
ResponderEliminarSi el trabajo es serío se estudiará...
Qué historia más tierna, Malasombra!! Me ha encantado!! ^^ Aunque ahora estoy en un dilema, no sé si me gustan más las últimas, o las que sale tu lado malvado jeje
ResponderEliminarUn abrazo fuerte!!
Muchas gracias. Iré alternando, aunque eso no depende de mí. Ya veremos cómo sale la próxima. Un abrazo. :)
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