La NASA ha anunciado el descubrimiento de un nuevo sistema solar susceptible de albergar agua y, por tanto, vida. La verdad es que como está a cincuenta años-luz me interesa regular, pero al ver el nombre que le han dado no pude resistirme a investigar.
A la estrella que genera este sistema solar se le llama TRAPPIST-1 en honor a una cerveza que elaboran los monasterios trapenses en algunos países del centro de Europa. ¡CERVEZA!
Tenía que ir y lo primero era averiguar cómo. Un taxi me hubiese salido por una pasta y no creo que el metro tenga parada allí. Afortunadamente siempre hay solución. Me fui a una tienda de los chinos y por 2,95€ compré una Puerta Estelar.
Me la llevé al castillo, la crucé y llegué a uno de sus planetas. Lo primero que observé es que las calles eran de plástico de burbujas y como explotarlas es adictivo la gente de allí no paraba de caminar y parecía muy sana. Evidentemente lo primero que busqué fue un bar y pregunté a un señor:
-Perdone, ¿dónde hay un bar?
-¿Un qué?
-Un establecimiento donde sirven cerveza y otras cosas menos importantes.
-No sé de que me habla, ¿de dónde viene usted?
-Soy del planeta Tierra y he venido a investigar.
Aquel tipo pegó un grito y en apenas dos segundos apareció una pareja extraordinariamente atractiva y con armas que me detuvo.
-¿Porqué me detienen?
-Señor, hemos de llevarle a un centro para que hagan experimentos con usted porque viene de otro planeta.
-Bueno, eso lo entiendo porque nosotros haríamos lo mismo. ¿Me van a matar para hacerme una autopsia o algo?
-No señor, no le haremos daño porque jamás se lo hacemos a nadie.
-¿Y para qué llevan armas?
-No son armas. Nuestras pistolas paralizan a la gente y ya está. No es doloroso. Comience a caminar.
-¿No tienen vehículos mecánicos para trasladarse?
-No, tenemos piernas. Por cierto, ¿cómo se llama usted?
-Soy el malvado Malasombra.
-Bien, malvado Malasombra, si nos crea problemas le paralizaremos.
Me indicaron una dirección y comencé a caminar mientras la pareja me vigilaba. Observé los edificios y me di cuenta de que eran todos iguales. Parecían estar construidos de tortilla de patatas con puertas de jamón. También vi que toda la gente con la que me crucé era tan atractiva como la pareja que me acompañaba y vestían con poquísima ropa y muy ajustada. Tanto ellos como ellas parecían sacados de una agencia de modelos. No vi ningún vehículo y todo el mundo caminaba con tranquilidad y con una cautivadora sonrisa en la cara.
Trataba de asimilar toda la información que me llegaba con la recién estrenada intención de dominar aquel planeta y someterlo a mi voluntad. Ya que no pude en la Tierra, quizá me encontraba ante la gran oportunidad de cumplir mi sueño de convertirme en el Malvado Rey Malasombra.
Aquellos individuos sonreían sin sospechar siquiera la que se les venía encima.
Continuará...
A la estrella que genera este sistema solar se le llama TRAPPIST-1 en honor a una cerveza que elaboran los monasterios trapenses en algunos países del centro de Europa. ¡CERVEZA!
Tenía que ir y lo primero era averiguar cómo. Un taxi me hubiese salido por una pasta y no creo que el metro tenga parada allí. Afortunadamente siempre hay solución. Me fui a una tienda de los chinos y por 2,95€ compré una Puerta Estelar.
Me la llevé al castillo, la crucé y llegué a uno de sus planetas. Lo primero que observé es que las calles eran de plástico de burbujas y como explotarlas es adictivo la gente de allí no paraba de caminar y parecía muy sana. Evidentemente lo primero que busqué fue un bar y pregunté a un señor:
-Perdone, ¿dónde hay un bar?
-¿Un qué?
-Un establecimiento donde sirven cerveza y otras cosas menos importantes.
-No sé de que me habla, ¿de dónde viene usted?
-Soy del planeta Tierra y he venido a investigar.
Aquel tipo pegó un grito y en apenas dos segundos apareció una pareja extraordinariamente atractiva y con armas que me detuvo.
-¿Porqué me detienen?
-Señor, hemos de llevarle a un centro para que hagan experimentos con usted porque viene de otro planeta.
-Bueno, eso lo entiendo porque nosotros haríamos lo mismo. ¿Me van a matar para hacerme una autopsia o algo?
-No señor, no le haremos daño porque jamás se lo hacemos a nadie.
-¿Y para qué llevan armas?
-No son armas. Nuestras pistolas paralizan a la gente y ya está. No es doloroso. Comience a caminar.
-¿No tienen vehículos mecánicos para trasladarse?
-No, tenemos piernas. Por cierto, ¿cómo se llama usted?
-Soy el malvado Malasombra.
-Bien, malvado Malasombra, si nos crea problemas le paralizaremos.
Me indicaron una dirección y comencé a caminar mientras la pareja me vigilaba. Observé los edificios y me di cuenta de que eran todos iguales. Parecían estar construidos de tortilla de patatas con puertas de jamón. También vi que toda la gente con la que me crucé era tan atractiva como la pareja que me acompañaba y vestían con poquísima ropa y muy ajustada. Tanto ellos como ellas parecían sacados de una agencia de modelos. No vi ningún vehículo y todo el mundo caminaba con tranquilidad y con una cautivadora sonrisa en la cara.
Trataba de asimilar toda la información que me llegaba con la recién estrenada intención de dominar aquel planeta y someterlo a mi voluntad. Ya que no pude en la Tierra, quizá me encontraba ante la gran oportunidad de cumplir mi sueño de convertirme en el Malvado Rey Malasombra.
Aquellos individuos sonreían sin sospechar siquiera la que se les venía encima.
Continuará...
Conociéndole, es Usted capaz de no continuar con el relato, aunque no creo que se atreva a tanto, sería alcanzar la cumbre de la máxima maldad demasiado pronto, ¿verdad, Milord?
ResponderEliminarA sus pies.
Continuará, continuará...
EliminarMi querido Malasombra, estoy segura de que en los Chinos la puerta que te vendieron era falsa,tenias tanta hambre que veias jamón y tortilla por todas partes,esa gente tan bien vestida y tan atractiva, se habían disfrazado, querían causarte buena impresión para hacerse contigo. Estarían aterrados de verte aparecer, y temiendo que los terrícolas nos hubiéramos cansado de tus bromas, pensarían, ¿Este tío, habrá pensado que aquí puede tratarnos de gentuza cuando algo no le pete ? Ah no, y mucho cuidado con que pruebe la cerveza, pobre de nosotros. A una cueva a lava y alquitrán, hasta que podamos devolverlo. M.N.
ResponderEliminarHummmmm...No se yó...Ya veremos...
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