Bienvenidos a la trigonomésina edición de los premios Gayo desde el Teatro Nosequé. Reciban con un fuerte aplauso al gran cómico y maestro de ceremonias Malasombra.
Buenas noches y de cómico nada. ¡Liquiden a la voz en off! ¡Y dejen de aplaudir!
Bueno, vamos a ver cómo lo digo para que me entiendan: ustedes, calladitos en sus asientos y todo saldrá bien. Olvídense de nominados y esos rollos porque aquí voy a dar los premios que a mí me de la gana y a quien me apetezca. Si a alguien del público se le ocurre al brillante idea de intentar marcharse, unos señores muy simpáticos que hay a la salida y que son empleados míos les pegarán una paliza.
El primer premio en la categoría de vestuario es para el señor Fernández de Mesa por su brillante cambio de indumentaria. En poquísimo tiempo ha cambiado el traje verde de la Guardia Civil por un traje azul marino con chistera y puro de consejero de Red Eléctrica.
-Muchas gracias por este premio. Quiero dedicarlo a mi familia: las sillas, los sillones, los sofás y especialmente a las puertas giratorias. La verdad es que el cambio ha sido más rápido que un rayo...Jajajajaja...Rayo, eléctricidad...¿Entienden?...jajajaja...
-Señor de Mesa, no tiene gracia. ¡Le quito el premio! ¡Fuera de aquí!
-Pero, pero...
-Ni pero ni pera...
-Venga, vamos a por el siguiente premio en la categoría de comedia romántica. En esta ocasión hay dos ganadores: el señor Iglesias y el señor Errejón. Su interpretación ha sido portentosa desde los besos a las discusiones. Recoge el premio el señor Iglesias porque el señor Errejón se ha quedado en la guardería.
-Muchas gracias, camarada Malasombra. Los de abajo iremos a por los de arriba para la gente y para que la casta...
-Ya, pero lo importante es el núcleo irradiador, camarada Pablo.
-Camarada Iñigo, no me interrumpas y vuelve a la guardería.
-¡Ehhhhhhhhhhhhhh! ¡Basta! ¡Me aburrooooooooooo! ¡Os quedáis sin premio! ¡Largo!
-Bueno, vamos a por el tercero. En la categoría de efectos especiales el ganador es Mariano Rajoy. Su facilidad para quedarse quieto mientras ocurren cosas es fascinante. Es una persona, pero parece un holograma.
-Muchas gracias, señor Malasombra. Mire usted, los españoles nos merecemos...
-¡Váyase, señor Rajoy!
-Señor Aznar, guarde silencio o haga su propia película. Continúe, señor Rajoy. ¿Señor Rajoy? ¿Dónde está? ¡Se ha largado!
-El cuarto y último premio es para la mejor película. Un hombre que llegó a la cumbre tras varias derrotas y que finalmente fue expulsado de su propia casa. No se rindió e intenta volver recorriendo el país. El ganador es Pedro Sánchez.
-Muchas gracias, señor Malasombra. No es no y la democracia asamblearia es el futuro para que todos...
-¡Copiota! ¡Copiota! ¡Copiota!
-A ver, señor Iglesias y señor Errejón, creo que les dejé bien claro que se largaran de aquí. Bien, señor Sánchez, le dejaría continuar, pero es que se hace tarde y me esperan para cenar.
-Señor Malasombra, usted se ha vendido al aparato y por eso no me deja hablar. Seguro que es amigo de Susana.
-Yo no tengo amigos y por su impertinencia le quito el premio. ¡Fuera!
-¡Joer! ¡Vaya rollo de gala! ¡Cuatro premios y he tenido que quitárselos a todos! En fin, para terminar voy a entregar un premio honorario por su brillante carrera al repartidor que hizo lo único decente que se puede hacer en esta vida: dar hostias. Este galardón lleva el nombre de Premio Caranchoa. Lamentablemente, el ganador no ha podido venir a recogerlo porque está entregando paquetes en Cataluña. Me dijo el hombre que le pagaban el tres por ciento y que no iba a dejar de trabajar por venir a una gala. ¡Eso es un profesional!
Pues ya está. Se acabó. Me ha quedado un poco larga, pero estas cosas son así. Tienen dos minutos para desalojar el teatro porque voy a soltar a los perros. Es que se los estoy cuidando al señor Burns y los animalitos necesitan su espacio...
Santi Malasombra
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