domingo, 2 de julio de 2017

Rey Malasombra (10)

   El silencio se hizo incómodo y, finalmente, Guisi lo rompió:
   -Perdona, Carmen, ¿qué significa que te lo estás pensando?
   -No te enfades, Guisi, seguramente me marcharé como estaba previsto, pero no me negarás que el poder es muy tentador -contestó Carmen.
   -Sí, pero teníamos un plan. Yo siempre te he tratado bien y somos amigas. De hecho eres la única que tengo. Me dolería mucho que no cumplieses tu parte -dijo Guisi.
   -Bueno, Guisi, recuerda que prácticamente me obligaste junto con tu jefe a acostarme con Malasombra. Y no voy a decir que sea feo porque es el que manda aquí, pero tampoco es mi tipo -afirmó Carmen algo enfadada.
   -Pues no pareció importarte mucho -dijo irónicamente Guisi.
   -Porque era la única opción que tenía para marcharme de vuestro estúpido planeta -se justificó Carmen.
    -¡Señoritas, nuestro objetivo no está cumplido todavía! -dije para zanjar aquella discusión -Vamos a culminar el golpe de estado y luego ya veremos lo que pasa. Si rompemos el equipo nuestros esfuerzos no habrán servido para nada.
   -Tienes razón, Malasombra -concluyó Guisi mientras Carmen asentía.

   Para ser sincero me había molestado mucho cortar aquella disputa que tenía pinta de convertirse en una pelea de escorpiones dentro de un círculo de fuego. Por cierto, ¿sabíais que los escorpiones son comestibles? Se les quita la cola donde tienen el veneno y el simpático aguijón y se pueden comer incluso crudos. No tiene nada que ver con esta historia, pero he de amortizar mis conocimientos de supervivencia en la naturaleza. Por si alguien se lo pregunta he de aclarar que nunca lo he hecho ni creo que me vea en la necesidad de hacerlo.
 
   -Tú, Lechuguito, ¿hay algún lugar especial para dirigirse al pueblo? -pregunté.
   -Suelo hablar desde el balcón del palacio que da a la Plaza Mayor -contestó el emperador con la resignación del que se ha rendido.
   -Bien, ¿cómo los convocas? -seguí preguntando.
   -El cartelero oficial del imperio coloca carteles por toda la ciudad con la convocatoria -dijo el emperador.
   -¡Qué venga inmediatamente! -Ordené.

   Enseguida apareció el cartelero oficial y, aunque algo sorprendido, acató sin problemas lo que le mandé. Ni siquiera preguntó. Esa misma noche se reunirían los habitantes en la plaza para escuchar mi discurso y asumir un nuevo liderato. Mandé a Guisi a buscar a los tres concejales de cultura y al músico porque quería hablar con ellos. Carmen se encargaría de vigilar al general Chincheto y a sus hombres hasta que llegara la hora de mi proclamación. Necesitaba que el emperador Lechuguito me cediese el poder delante de todos para que no hubiese problemas.

   -Bien, Lechuguito -dije -el plan es muy simple. Saldremos al balcón y tú dirás al pueblo que estás cansado y que a partir de ese momento yo seré el emperador. Si tanto te adoran acatarán tu decisión. A cambio te dejaré vivir como emperador emérito. Nadie te hará daño y serás respetado, pero no tendrás ninguna atribución. Si te niegas no me quedará otra opción que liquidarte.
   -Creo, Malvado Malasombra, que no tengo otra alternativa -asumió.
   -Así es -Concluí.

   Todo transcurría según lo planeado y estaba tan ilusionado que por un momento sopesé incluso la posibilidad de sonreír de verdad. Yo nunca sonrío a no ser que lo necesite y, por supuesto, siempre se trata de una sonrisa falsa. Afortunadamente, Guisi llegó con los terrícolas antes de que mi rostro mostrase signos de felicidad.

   -Malasombra, aquí están los tipos de tu planeta: Pinto, Paredes, Tupido y Ludwig Florentino Bach -dijo Guisi.
   -Buen trabajo, Guisi, ahora ayuda a Carmen a encerrar al general Chincheto y a sus soldados en algún sitio- ordené -yo he de hablar con esta gente.

   Las dos amigas...de momento...se marcharon y me quedé con ellos para contarles la situación:

   -Bueno, sé que tres de vosotros sois concejales de cultura y que estáis aquí porque a la salida de un prostíbulo había una puerta estelar. Es evidente que para ser concejales de cultura no hace falta ser cultos y que vuestras juergas delatan que sois unos vividores sin escrúpulos. Eso me viene muy bien para los planes que tengo. Cuando encontremos la forma de volver a la Tierra podréis hacerlo libremente o podréis quedaros aquí con rango de ministros de mi nuevo gobierno. La verdad es que sería muy cómodo para mí porque no tendría que enseñar a ningún tornilloallense valores tan bonitos como la corrupción y esas cosas que hacéis los políticos.

   -¿Es usted de la Tierra? -preguntó uno de ellos.
   -Pues sí, creo que era evidente, pero me viene muy bien que seas lo suficientemente tonto como para no haberlo deducido -contesté amablemente.
   -¡Mira qué bien! -dijo otro.
   -Quedan tres horas para mi proclamación. Os lo podéis pensar si es que sabéis lo que es eso y contestarme antes de que llegue el momento o daré por sentado que sois hostiles y os reventaré la cabeza. Ahora, salid todos de aquí menos el músico.

   Así lo hicieron. El músico me miraba con cara de analista. Estaba mucho más tranquilo de lo que la situación requería y no mostraba ningún signo de miedo. Eso me preocupaba un poco, aunque tampoco demasiado.

   -Bien, tú pareces el único con un mínimo de inteligencia -dije con calma.
   -Bueno, no soy tan tonto como Pinto, Paredes y Tupido, aunque eso no es difícil
   -¿Te haces llamar Ludwig Florentino Bach? Es muy bueno, ¿cuál es tu verdadero nombre? -pregunté.
   -Quizá algún día te lo diga, Malasombra -contestó misteriosamente.
   -Veo que ya sabes mi nombre -dije.
   -Lo sé desde hace años, Malasombra. Nada más ver tu cara asquerosa comencé a pensar en cómo vengarme de ti por lo que me hiciste en la Tierra. Arruinaste mi vida y vas a pagar por ello...
       Continuará...

3 comentarios:

  1. Ni Juego de Tronos, ni leches; ésto si que es Épica, Intriga, Sensualité y Malauva, con mayúsculas. Lo último es por dejarme al borde del infarto con mi protagonista favorito. Y seguro que lo tiene escrito hace tiempo. Le conocemos y sabemos de lo que es capaz, así como que no nos queda otra que esperar.
    Medio reverénciole, y de mala gana, hala.

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  2. La espera será corta o larga. Ya me gustaría tenerlo escrito, pero no. El tránsito de mi estropeada cabeza hacia el ordenador está plagado de imprevistos. Ea! Gracias y tal!!

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  3. Uuuhhhhhhh se pone interesante por momentos!! Qué intriga... Y de qué se conocerán estos dos?? (Pensativa nivel saliendo humo de la cabeza) jeje
    Por cierto, comer escorpiones... Ejem... Qué manjar... XD
    He visto que hay otro más, así que allí que me voy!! Jujujuuuuu Hasta ahora!

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